Estaba convencido de que viajar al futuro era imposible, hasta que estuve en Silicon Valley, un lugar que, al compararlo con América Latina, nos lleva años en términos de innovación y desarrollo. Donde trabajan en tecnologías que ni siquiera las hemos soñado y donde compañías disruptivas como Netflix, Uber, Tesla y Google desafían el status quo transformando industrias antiguas.