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América Latina: Tiempos para extremar la atención en los negocios

18 de Mayo 2017
Executive Education INCAE

Se puede ver el vaso medio lleno y decir que nuestros países de América Latina salieron ya de la recesión, que los números en general son azules y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una expansión para el cierre de este año. Decir, por ejemplo, que la economía se va a dinamizar, que hay buen viento para los negocios y que conviene prepararse para competir con la mirada puesta por encima de los océanos.

También se puede ver el vaso medio vacío y observar que los porcentajes de crecimiento previstos son muy pequeños, con una proyección de 1,1% hacia el cierre del 2017 y de 2% para 2018. Esto, durante un año marcado por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y la reactivación de un patriotismo económico que podría perjudicar a muchos de los negocios internacionales en México, Centroamérica, en la región andina o incluso en el Cono Sur.

Son tiempos para descansar, para que las empresas aprovechen cada oportunidad vigente y, al mismo tiempo, para que sus manejadores apuntalen habilidades pensando en el futuro mediano. Afortunadamente no son estos años un bache de recesión que obliguen a dedicar todos los esfuerzos a sacar el día a día de la empresa, pero tampoco están hechos los caminos para activar el piloto automático en tiempos cambiantes, con tecnologías fugaces y contextos geopolíticos fogosos que exigen mucha atención a cada noticia, cada corriente y cada método.

Son tiempos para abrir la mente y los paraguas en los negocios, guardando las condiciones particulares de cada sector y de cada país. Perú, Bolivia y Paraguay son las economías con mejor perspectiva relativa para este 2018, con una proyección de 3,7% al cierre del año, solo dos décimas por encima del porcentaje mundial, según el FMI. Tienen los peruanos campo para cultivar y depurar negocios y seguir siendo una de las puntas de lanza de América Latina.

La subregión a América Central recibe un 4.1% de proyección para el año entrante, apenas por encima del 3,9% de este 2017. Igual Colombia solo mejoraría siete décimas (llegaría al 3% de expansión en 2018) y México, tres décimas, para llegar a 2%. La categoría “regular” cae bien en Mesoamérica y podría traer mejores noticias si esta zona del continente aprovecha las opciones para fortalecer y relanzar las alianzas entre empresas o profesionales.

El motor brasileño apenas despierta una expectativa de 1,7% para el 2018 después de las previsiones de estancamiento de este año; hay aliento sobre la reactivación, aunque está por verse el impacto de los acontecimientos de corte político que estallaron en el 2016. También Argentina levanta cabeza con timidez, con señales claras de haber puesto al derecho las cifras de inversión privada y de exportaciones. 

Para el ambiente ecuatoriano, las noticias no alcanzan a ser del todo buenas, pero al menos la proyección de decrecimiento de la economía es menor para el 2018 y se acerca al punto 0. 

Esto no es solo un juego de cifras y expectativas emitidas en la sede del FMI en Washington. Es la cancha en la que juegan miles de empresas de muy diversas características bajo la responsabilidad de hombres y mujeres que se enfrentan al desafío de saber responder a tiempos tibios para los negocios. 

Es cierto, Trump ha soltado la cuerda a los discursos proteccionistas en Estados Unidos y eso está lejos de ser una oportunidad en América Latina como vecina inmediata, pero también son reales las fortalezas y los campos cultivables en suelo propio o fuera del continente, donde América Latina todavía es vista como un territorio lleno de energía para probar, emprender o expandir.

Perspectiva global.

INCAE Business School mantiene permanente atención sobre los termómetros para palpar el ambiente. La estructura está diseñada para ello, pero un punto de conexión clave lo constituyen los estudiantes mismos con su dinámica mixta entre teoría y práctica, aplicando las lecciones en sus empresas y proyectos como un proceso paralelo que permite enriquecer el trabajo académico y por supuesto el rendimiento profesional.

Experiencias como el Executive MBA fomentan ese enriquecimiento mutuo con su formato de una semana de lecciones cada mes, que permite a los profesionales no descuidar las tareas laborales en estos tiempos agrisados y al mismo tiempo enriquecer los conocimientos, las habilidades y las redes internacionales e intersectoriales.

“Si algo caracteriza al mundo de negocios actual es el cambio constante. Tecnologías que no existían hace unos años son ahora estándares mundiales. Países altamente desarrollados han pasado por crisis profundas que pocos pronosticaron. Socios comerciales ahora importantes para muchos países latinoamericanos tenían poca relevancia en un pasado cercano”, destaca el profesor Eduardo Luis Montiel, Director Académico del EMBA.

Calificado como el número uno en Latinoamérica por el ranking de Financial Times 2016, el programa académico del Executive MBA de INCAE es liderado por profesores formados a nivel doctoral en las mejores universidades del mundo y complementado por viajes a Suramérica, Estados Unidos, España y China.

“El EMBA tiene los beneficios de otras maestrías ejecutivas, pero es el único de contexto total latinoamericano, un programa global con viajes a tres continentes, donde además de estudiar en aulas de prestigiosas universidades, se visitan empresas que les enseñan a los participantes cómo desarrollar su capacidad de emprendimiento e innovación para destacar en este nuevo mundo de cambios”, resalta el Rector de INCAE, Enrique Bolaños.


Executive MBA

A través de módulos semanales diseñados bajo los más altos estándares, impartidos por una Facultad formada en las más prestigiosas universidades del mundo y con clases dictadas en 6 ciudades, INCAE le brinda la oportunidad de adquirir, junto a profesionales de toda la región, una visión gerencial global con relevancia local.
Próxima edición: Agosto 2017

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