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Liderazgo: ¿Hay nobleza en su equipo?

19 de Mayo 2017
Executive Education INCAE

La nobleza es el origen de resultados extraordinarios, reducción de conflictos y excelente ambiente de trabajo. Es una virtud de gran valor en un equipo, aunque es difícil definirla. Se comprende mejor al ejemplificarla con conductas específicas. ¿Cuáles de los siguientes comportamientos están presentes en su organización, en los líderes de la misma y en usted?

Según Confucio, las personas más nobles tienen una mente muy amplia y sin prejuicios. Por eso, entre más elevado es el propósito o legado que cada cual construye en su vida, más escasos serán los prejuicios, el egoísmo y las decisiones mezquinas que tanto obstruyen la fluidez en un equipo. La fuente de la nobleza está, entonces, en la conciencia profunda, en un elevado concepto de dignidad de las personas y en una sólida voluntad de darse a una misión, sin condicionar las relaciones a su rentabilidad política dentro de una empresa. Solo en seres de profundo pensamiento caben estos valores y visión.

El trato a los que nos afectan es también un escenario propicio para constatar nobleza. “Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, y cuando tropezare, no se alegre tu corazón”; qué difícil es aplicar este proverbio, pero cuánto se crece incluso al perdonar a quienes ni siquiera están arrepentidos del daño que nos causan. Trascender a las debilidades y bajezas de quienes no son recíprocos al trato digno, requiere ser, según Tagore, como el árbol de sándalo que perfuma hasta el hacha que lo corta.

Se puede tener poder por la autoridad que otorga un cargo, pero los líderes nobles lo obtienen por su legitimidad; sus compañeros confían que tomarán decisiones pensando en el interés colectivo. Si se equivocan lo reconocen; si tienen éxito lo atribuyen al equipo. Liderazgo con nobleza es erradicar la obsesión por el reconocimiento, el ansia de poder y el rencor, para instaurar una cultura de mérito, la humildad y el respeto a la desavenencia.

El falso orgullo, el ego abultado y la vanidad obstruyen la atención a la opinión ajena y la corrección de errores. Las personas nobles, en cambio, inspiran honradez, receptividad y son meticulosas para conocer la verdad de los hechos y así juzgar con justicia. Pero cuidado, no las confundamos con personas débiles, manipulables o titubeantes; todo lo contrario, la firmeza de sus principios y compromisos hace que, de modo natural, quienes se les acercan sean inspirados de inmediato a desempeñarse a su máximo potencial.

Es difícil definir esta cualidad, pero Séneca nos ayuda al afirmar que: “la verdadera nobleza surge si se actúan obedeciendo a la recta razón y a un alma justa adornada por la sabiduría y la virtud”. ¿Puede llegar lejos un equipo, en cualquier ámbito, sin el liderazgo de personas nobles que, desde su conciencia y valores, atraigan la voluntad de los demás?

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