Las juntas directivas y sus miembros deben tener muy claras sus funciones dentro de la organización. Desde las tradicionales, hasta las que deben desempeñar en la actualidad del mercado, para estar a tono en un mundo cada vez más competitivo.
Si se pretende participar en industrias que requieren altos niveles de competitividad y eficiencia; especialmente en aquellas orientadas a los mercados internacionales, se debe ir más allá de cumplir con ser consejeros de la gerencia y vigilar las operaciones y resultados.
El éxito podría estar más cerca en aquellas empresas que sean dirigidas con la colaboración de juntas directivas conscientes de sus funciones y responsabilidades en asuntos estratégicos y con directores capaces e independientes.
Pero, ¿cómo modernizar a las directivas y su trabajo en general? Facilitar ese proceso de modernización pasa por seguir las siguientes recomendaciones:
» Separar los cargos de presidente de la junta directiva y el del gerente general. Con esta medida se pretende facilitar, en el seno de la junta, la presentación de puntos de vista opuestos, las discusiones constructivas y la sana crítica de ideas. Además, se busca reducir la concentración del poder corporativo.
» Formar juntas directivas compuestas por un número relativamente reducido de miembros. Se debe fomentar la participación activa, evitar que las responsabilidades se diluyan y garantizar la confidencialidad necesaria. Las experiencias en otros países sugieren que las juntas directivas con más de nueve miembros funcionan con menor eficiencia.
» Propiciar, cuando se trata de integrar las juntas, un balance apropiado entre directores internos y externos.
En Latinoamérica, principalmente, el único director interno que participa en las reuniones es el ejecutivo principal. Esta práctica facilita el monopolio de la información y la centralización del poder. Una medida sana es la participación de algún gerente funcional en el seno de la junta.
» Exhortar a los directores externos para que se involucren plenamente y dediquen el tiempo necesario a las labores relacionadas con su cargo. La disponibilidad de tiempo para la preparación, asistencia a las reuniones y seguimiento de las resoluciones, debe ser un criterio importante en la selección de los directores. Un director probablemente necesita dedicarle a una empresa (o grupo de empresas) entre 15 y 20 días por año.
» Promover un nivel de compensación para los directores acorde con las funciones, responsabilidades, riesgos y tiempo invertido. Se debe destacar que la compensación puede hacerse total o parcialmente en acciones o en derechos de compra de acciones de la empresa. Esta decisión es sumamente importante; pues contribuye a que los directores sean copropietarios y a que exista un interés de largo plazo en el desempeño de la empresa.
Artículo publicado por José Nicolás Marín y Eduardo Luis Montiel, Profesores Plenos de INCAE Business School.
Consiga que la junta directiva de su empresa y sus equipos gerenciales adquieran las destrezas para formular estrategias congruentes, visionarias y competitivas. Este programa está diseñado para potenciar el rol de los gobiernos corporativos y apoyar el proceso de cambio y adaptación a las nuevas condiciones globales.
Próxima edición: Del 16 al 17 de octubre, 2017.