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¿Cómo concebir negocios en tiempos de robots?

14 de Agosto 2017
Executive Education INCAE

Revisemos los libros de historia: démonos cuenta de que estamos en una cuarta revolución tecnológica. La ventaja es que su ciclo dura solo 30 años y el desafío es que es incierta, compleja y cambiante como nada lo ha sido antes. Es hora de estar alerta, informarnos y actuar.

Bienvenidos a la “Cuarta Revolución Industrial” y a las “tecnologías exponenciales”, como llama el profesor Guillermo Cardoza la presentación con la que invita a pensar diseños que ofrezcan soluciones y sepan entrar a los mercados en estos tiempos de competencia y fugacidad.

Estamos en la era de la inteligencia artificial, en la fusión del mundo real con el virtual y en los tiempos en que la lógica productiva de bienes y los servicios ha sido superada por la de creación de experiencias transformadoras. Lo explica el profesor Cardoza, con Ph.D. en La Sorbona y especializado en gestión de innovación, competitividad empresarial y negocios en economías emergentes.

Después de la primera Revolución Industrial, la que estudiamos en el colegio y ubicamos en mitad del siglo XVIII, el mundo entró en la producción en serie hace 150 años y hacia 1970 se echó al agua con la automatización de los procesos. En esta crecimos las generaciones vigentes y cuando pensamos que ya la teníamos dominada, ¡sorpresa!: la inteligencia no es solo nuestra y el mundo no es solo ese que podemos tocar con las manos.  

“Ahora, estamos ante un vertiginoso crecimiento del acceso a la información. Es hora de aprovechar las tecnologías exponenciales, esas que tienen que ver con conceptos que seguro hemos escuchado pasar: 3D-Printing, Robótica, Nanotecnología, Biología sintética, inteligencia artificial… Y todo frente a una fascinante velocidad en los cambios de conducta de los públicos”, explica Cardoza, Director Académico de los programas Diseño de Servicios y Senior Executive Program

Los ejemplos abundan, pero no hay que ir lejos. Lo vemos cada vez que encendemos la computadora para ver nuestra serie favorita en Netflix o que nos preguntamos cómo fue que Facebook reconoció una cara en una foto y acertó con la identidad. 

Intel también usa sus algoritmos para segmentar sus clientes según demandas y necesidad de compra. Y ni hablar del famoso sistema Watson que IBM desarrolla en conjunto con un grupo de distintas universidades de Estados Unidos y que derrotó a los mejores competidores humanos en el concurso de preguntas por televisión Jeopardy!

Son muchos más los ejemplos de desarrollos de inteligencia artificial aplicados a negocios. Están las empresas de logística que se sirven de robots para funciones que hasta hacen poco eran monopolio de cerebros humanos. También en los bancos los algoritmos resuelven el grado de riesgo de una operación crediticia.

El problema está en qué hará entonces el analista de riesgo de esa entidad bancaria. Esa es parte de la tarea pendiente, porque la cuarta revolución industrial parece imparable. Dos proyecciones mencionadas por el profesor Cardoza para reafirmarlo: 

1. Se calcula que en 10 años el 10% de la producción mundial será imprimirá en 3D 

2. Prevén que con el desarrollo de vehículos autónomos (¡verdaderas computadoras sobre ruedas que se estacionan mejor que si nosotros condujéramos!) será inútil el 90% del parque vehicular actual. 

Podemos concluir que serán enormes los efectos sobre las empresas de logística, sobre el sector laboral, sobre el transporte y en general sobre la economía mundial. A veces para bien y otras veces no tanto. 

Otro pronóstico inquietante y desafiante que señala el experto de INCAE: desaparecerá en 10 años el 40% de las 500 mejores industrias catalogas por la revista global de negocios Fortune.

Sí, ya sabemos que Tesla no obtiene aún un rendimiento positivo que sí gozan otras empresas productoras de vehículos convencionales, pero diremos cosas distintas pronto, quizás en cinco años; quizás en diez. 

Ya se sabe también que no todos iremos corriendo a fabricar autos autónomos ni mega sistemas como Watson. Pero las oportunidades brotan como hierba de mayo en todas las escalas y mercados. Además, si somos parte del mercado debemos saber cuándo nos podemos aprovechar como clientes o público.

Ya otros pasaron por eso, cuando la economía pasó de las fincas agrícolas a las chimeneas industriales y de estas a los servicios. Ahora que sabemos que hay bienes y servicios y que la demanda es por experiencias, las empresas deben pensar en cómo solucionar esas necesidades aplicándolas a modelos de negocios

El tema será central en el programa de una semana que INCAE realizará en Panamá a partir del 25 de septiembre, con profesores de marketing, finanzas, negocios y operaciones. Conocimiento y herramientas que, dentro de un tiempo, quizás muy corto, podrían valer oro.

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