Publicación

Coaches: Mentores para delinear el futuro

09 de Febrero 2018
Executive Education INCAE

Los ejecutivos, especialmente en Centroamérica, suelen pensar así: “Si yo soy el jefe, yo lo sé todo, yo lo hago todo, ustedes mis colaboradores trabajan para mí”, opina Oswaldo Vicenté, Professional Certified Coach (PCC) de la International Coach Federation (ICF), Capítulo México.

“Esto es muy de nosotros, los latinos somos de alguna manera explosivos, ocurre de manera diferente entre alemanes o entre británicos, o con un estadounidense, ellos difícilmente pierden la cabeza”, dice.

Este tipo de comportamientos, como el liderazgo basado en la fuerza, en el tener el poder y en dejar muy claro quién es la autoridad está muy ligado a un mal manejo de la inteligencia emocional. Y, precisamente esta es una de las tres razones por las que las compañías en la región solicitan el servicio de un coaching empresarial.

De acuerdo con Vicenté, el coaching empresarial tiene el propósito de desarrollar el talento de las personas y así obtener resultados. “Los coaches no somos ni terapeutas, ni consultores y tampoco somos capacitadores, más bien somos facilitadores de un estilo de aprendizaje; ayudamos a los ejecutivos a desarrollar talentos extraordinarios”, explica.

Agrega que esta herramienta puede desarrollar una competencia específica dentro de habilidades directivas y para enfrentar una situación crítica. Aclara que esto consiste en descubrir el talento en las personas y cómo este conocimiento puede jugar un papel relevante en la planeación estratégica.

Algunos tipos de coaching que se ofrecen para las empresas son el Ejecutivo, el Coaching de Equipos y para cambio de posición. Fuera de las empresas, explica el experto, el coaching de vida, social y para el gremio político son los que mayor crecimiento registran. 

Eduardo Azpiroz, socio fundador de Global Corporate, añade que con estas técnicas las compañías pretenden modificar sus resultados: “Las empresas quieren vender más y más, también buscan por ejemplo aumentar la rentabilidad disminuir la rotación o la cartera vencida”.

Este acompañamiento impacta directamente en la calidad del equipo, en el incremento de la confianza de cada elemento del conjunto, en la relación entre los jefes y los equipos, y entre sus integrantes. También influye de manera positiva en la calidad de los acuerdos y en el sostenimiento de la palabra. 

“La valoración de la gente cambia. La gente se siente mejor tratada, desafiada, se atreve a tomar riesgos. La gente empieza detectar en qué sea equivocado”, platica Elena Espinal, Master Coach de la ICF.

Mayor alcance

De acuerdo con el Global Coaching Study 2016, solicitado por la ICF a la red PwC, en todo el mundo existen, por lo menos 53.300 coaches profesionales en ejercicio. En Europa occidental se concentran el mayor porcentaje (35%), la región que le sigue es Norteamérica, con 33%. En América Latina y el Caribe, se estima que existen por lo menos 4.000 coaches profesionales y 1.000 gerentes directivos con habilidades de coaching

Al hacer un acercamiento a Centroamérica, los países que se están convirtiendo en punto de lanza para este tipo de entrenamientos son Guatemala, Costa Rica y Panamá. Vicenté opina que es un nicho importante de oportunidad para las empresas de coaching, debido al número de corporativos que agrupa aquel país. 

Una referencia en este sentido, por ejemplo, es el número de coaches miembros de la ICF en la región. En Guatemala existen 13 miembros, uno en Honduras, dos en el salvador, uno en Nicaragua; en Costa Rica existen 46 y en Panamá 42.

Vicenté recuerda que, hace no más de cinco años, la ICF abrió su capítulo en Costa Rica. Desde su punto de vista y sus datos, el crecimiento sea sostenido en niveles de entre 20 y 30 por ciento en el país, en cuanto al número de compañías de coaching.

Espinal agrega que la profesión tiene apenas entre 25 y 30 años, que bastantes compañías aún no tienen claro el concepto. “Muchas empresas no se dan cuenta de que hay mucha gente que antes era consultora y que te va dar una solución, pero un coach jamás te da una solución. Nosotros sabemos hacer preguntas para que las pienses”, aclara. 

De acuerdo con el estudio que llevó acabo la ICF, 44% de los coaches profesionales (de entre más de 15.000 coaches profesionales y gerentes/directivos que utilizan habilidades de coaching) expresaron que su principal preocupación son los individuos sin formación que se denominan así mismos coaches.

“Muchos de los negocios en Centroamérica se han creado sobre bases familiares, del apellido y en el buen nombre de las familias. Entonces, existe esta visión: ¿Para qué se puede necesitar un coach si esto es de familia?”. 

Añade que las costumbres y las tradiciones tienen un peso importante los negocios lo que puede limitar o inhibir la contratación de un coach. Sin embargo, cuando alguien acepta experimentar con ello… funciona y los demás lo observan. 

Para Espinal, uno de los fenómenos más relevantes en la región es que el coaching se entiende cada vez más como un premio para la gente que ha decidido llegar más lejos en su carrera profesional. 

Recuerda que antes y cada vez menos se recurría por ejemplo a sesiones de coaching para no despedir a alguien de su empleo y revisar si existía alguna mejora.

“Yo te diría… el coaching sirve para crear futuro. Yo entiendo que hay que elegir al coach, pero si tú piensas en el futuro sin darte cuenta, piensas en el futuro como una continuación del pasado”, expone.

------------------

* Extracto del artículo publicado por la revista Forbes Centroamérica, volumen IV - Número 43

------------------

Suscríbase a nuestro blog