Un mercado donde la tecnología trasciende y acompaña las decisiones y actividades cotidianas abre una gama de oportunidades para las empresas, tanto en la forma de consumir los servicios, como en las complejas relaciones entre clientes, proveedores y usuarios finales. Al implementar los sistemas del Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), las compañías tendrán acceso en tiempo real a información que puede servir de guía para ingresar al mercado con nuevos productos y servicios.