Publicación

6 tendencias globales revelan cómo las mujeres están redefiniendo el emprendimiento

07 de Agosto 2018
marilyn.fonseca

El pronóstico actual para las pequeñas y medianas empresas no puede ser mejor. En el  año 2016 alrededor del 98% de todos los importadores en los Estados Unidos eran pequeñas y medianas empresas con menos de 500 colaboradores y el porcentaje de exportadores era un poco menos del 97%.  

La mayoría de las empresas de mujeres son PYMEs, aún así, las empresas propiedad de mujeres parecen estar rezagadas en el aprovechamiento de un importante nicho de mercado: los consumidores extranjeros. A pesar de que los estudios muestran que las empresas propiedad de mujeres que trabajan en la exportación de sus bienes y servicios  ganan significativamente más que las empresas de mujeres que no lo hacen, solo el 12% de las empresas que exportan son propiedad de mujeres.

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) reporta que para el 2016, 274 millones de mujeres ya dirigían sus propios negocios en 74 economías, de estas 111 millones dirigían negocios bien establecidos.

La globalización derriba las barreras que limitan los negocios por cultura, género y geografía. Acuerdos y tratados se han desarrollado en un intento por promover la actividad económica global entre las mujeres. Las mujeres son reconocidas por devolver cerca del 90% de sus ganancias en áreas como:  salud, educación y familia, contribuyendo  directamente al desarrollo. Por ello,  es fácil visualizar porqué es crítico el papel de la mujer en el emprendimiento

Entender las tendencias, las actitudes emprendedoras y las actividades en todo el mundo de las mujeres ayudará a dar forma a políticas públicas, y a programas educacionales enfocados a mejorar el ambiente de negocios para las mujeres.

Aquí algunos descubrimientos interesantes que se desprenden de El Global Entrepreneurship Monitor for women:

1. Las economías en desarrollo perciben un alto desarrollo del emprendimiento masculino versus el femenino.
Asia y América Latina muestran que en etapa de desarrollo las mujeres emprendieron su negocio versus el 60% de los hombres. Lo anterior muestra que menos mujeres se inclinan al emprendimiento.

2. Más mujeres que hombres citan la oportunidad como motivo para el negocio.
 Alrededor del 20% de mujeres más que los hombres citan la oportunidad como razón primordial para aventurarse en los negocios. Esto solo se vuelve más pronunciado en el grupo de emprendimientos de innovación. Donde las mujeres tienen tres veces y media más probabilidad de citar las oportunidades como motivo primordial para iniciar un emprendimiento. 

También el reporte muestra que las mujeres emprendedoras tienen un 5% de mayor probabilidad de innovación que los hombres en todas las 74 economías.

3. Más mujeres que hombres nunca empiezan su negocio. 
Aunque el número de mujeres que aspira a tener su propio negocio se acerca porcentualmente al de los hombres,  la brecha se ensancha propiamente entre los dueños de negocios ya establecidos. Lo anterior, indica que las mujeres tienen menos probabilidades de empezar su propio negocio y también son más propensas a salir en etapas tempranas o en fases de transición . 

La discontinuidad de los negocios entre las mujeres está asociada con menores expectativas de crecimiento y al hecho de tener que lidiar con sus roles socialmente esperados: principales cuidadoras de sus familias.

4. Las mujeres se inclinan hacia las iniciativas impulsadas por la comunidad.
En las economías desarrolladas, más de la mitad de las mujeres que son líderes de negocios se apoyan y resguardan  en el gobierno en áreas  como la salud,  educación y demás servicios sociales. El reporte muestra que las mujeres están orientadas a los sectores típicamente dependientes del capital humano, posiblemente debido al atractivo emocional que es inherentemente a las mujeres. 

5. El emprendimiento disminuye a medida que aumenta el desarrollo económico.
Sorpresivamente, el emprendimiento muestra una baja cuando aumenta el desarrollo económico, lo que resulta en una brecha de género mucho más amplia.

Mientras que los países en desarrollo muestran un alto emprendimiento, menos empresas tienen la probabilidad de hacer una transición a una etapa madura. Laurel Delaney, fundadora de Women Entrepreneurs Grow Global y autora del exitoso libro "Exportación: la guía definitiva para vender en el extranjero de manera rentable" dice que “incluso en economías desarrolladas, las mujeres dueñas de empresas tienen menos posibilidades de explorar y expandir sus productos o servicios porque piensan que no pueden hacerlo, o no tienen acceso a la formación adecuada: educación, redes de asesoramiento, mentores y programas comunitarios. Esta deficiencia percibida complica que las mujeres tengan acceso a los mercados, a utilizar efectivamente el marketing y a establecer relaciones”. 

6. El emprendimiento declina conforme los niveles de educación aumentan. 
Es evidente que la participación empresarial disminuye con el aumento en el nivel de la educación, lo que sugiere que la educación en general es menos relevante para desarrollar y construir habilidades o competencias empresariales.

Este hecho se demuestra por la aparición de actividades empresariales en los lugares más inesperados. En un campo de refugiados en Sudán del Sur florecen microempresas y pequeños negocios, la mayoría liderados por mujeres. La tecnología se convierte en un elemento crucial para derribar barreras entre geografías y culturas y para cerrar negocios con el cliente potencial.

“Una mentalidad global comienza con la autoconciencia, refleja una auténtica apertura y compromiso con el mundo y emplea una mayor conciencia sobre la sensibilidad de las diferencias interculturales” apunta Delaney.

Tomado y traducido de https://www.entrepreneur.com/article/315416

Suscríbete a nuestro newsletter: https://goo.gl/rSjY5U

Si quieres más información del MBA en Emprendimiento ingresa aquí: https://goo.gl/g7m6pi