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¿Tengo una idea, ahora qué hago?

07 de Agosto 2018
marilyn.fonseca

Para emprender, lo primero que se debe tener es una idea de negocio que solucione alguna necesidad del mercado o que sea tan innovadora que incluso el mercado no se había percatado de que tenía esa necesidad. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el emprendedor requerirá de apoyo si desea que su idea sea exitosa. En este artículo se detallan de un emprendimiento desde la concepción de la idea hasta contar con un negocio establecido.

  1. La idea: Cuando se tiene una idea de negocio, lo primero que un emprendedor deberá hacer es buscar apoyo para perfeccionar la misma y revisar la factibilidad financiera del proyecto. Para ello, es común buscar una incubadora, quienes apoyan al emprendedor en estructurar la idea y en crear un plan de negocios. Además, se encargan de evaluar la viabilidad técnica, financiera y de mercado del proyecto. Las incubadoras, aparte de dar asesoría al emprendedor, muchas veces también aportan un espacio físico y acceso a financiamiento y capital semilla. La asistencia de las incubadoras, a su vez, atraviesan por las siguientes etapas:

  2. Preincubación: Se brinda al emprendedor todas las herramientas necesarias para que pueda desarrollar su plan de negocios. El tiempo aproximado de este periodo es de 8 a 12 semanas, y se moldean aspectos como el plan de mercado, el plan financiero y aspectos legales, entre otros.

  3. Incubación: En esta etapa, se desarrolla el plan de negocios y se comienza con la implementación y la operación del mismo. La incubadora asesora al emprendedor en diferentes programas de financiamiento.

  4. Post-incubación: En esta etapa, ya el negocio se encuentra en marcha, pero se busca darle seguimiento y mejorarlo continuamente. Se ofrecen consultorías especializadas para que la empresa se consolide.

  5. Puesta en marcha: Una vez desarrollado el modelo de negocios, se genera un prototipo del producto o servicio y se prueba en el mercado. En esta etapa, es vital el manejo de los recursos escasos y el tiempo, así como la conformación de un equipo capaz. En este punto, el emprendedor comienza a producir a pequeña escala y a concretar sus primeras ventas; y es cuando se comprueba que efectivamente la idea tiene futuro. Es aquí el momento para identificar errores, carencias, oportunidades y mejoras, que de otra manera podrían pasarse por alto.

  6. Desarrollo inicial: En esta etapa, ya el emprendedor consiguió un producto que puede crecer y por lo tanto, comienza a escalar su modelo de negocio. En este momento resulta vital conseguir la financiación para poder arrancar. Para ello, deben considerarse las distintas opciones de financiamiento, como los son los inversionistas ángeles o las campañas de crowfunding. El emprendedor deberá formalizar su empresa y considerar aspectos como la facturación.

  7. Crecimiento y consolidación: En esta etapa, es cuando se pasa de un emprendimiento a una empresa final y las funciones operacionales ya están claras. Se debe dar a conocer la empresa por medio de campañas de publicidad, estrategias de marketing y difusión en redes sociales.

  8. Internacionalización: Es en esta etapa cuando el emprendedor empieza a escalar su modelo de negocio, y por lo tanto el financiamiento se vuelve importante nuevamente.

Estas fases antes mencionadas son comunes en un emprendimiento exitoso, sin embargo, no debemos dejar de lado que es normal darse cuenta, en alguna de estas etapas, que la idea no llegará a tener el éxito que esperábamos. Es por esto que todo emprendedor deberá tener la capacidad de levantarse, de generar nuevas ideas y de empezar de nuevo con este proceso.

Gloriana Solano

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