La felicidad también se busca en las empresas
Puede parecer algo romántico, pero siempre ha sido necesario y lo es más en estos tiempos: los negocios y el ambiente laboral deben ser parte del camino humano hacia la felicidad. Es decir, deben generar y alojar personas felices.
En momentos en que el ejercicio profesional y la competencia ocupa más esfuerzos y tiempo que nunca, conviene hacer la pausa para reflexionar sobre las posibilidades de incluir la felicidad en la lista de propósitos, más allá de la definición que le demos como fin último de la vida o como ingrediente necesario para vivir bien.
Esta consideración cobra más importancia ante la corriente que llama a trabajar con mucho empeño, pero también a vivir de manera equilibrada. Saben los buenos líderes que una persona feliz rinde mejor y que ese mejor rendimiento ayuda a sentirse feliz a la persona. Es un círculo virtuoso que se debe cultivar de manera imperativa.
Lo tiene claro el profesor español José María Gasalla, docente invitado de INCAE Business School y consultor especializado en habilidades humanas en el entorno de los negocios. Tras años de estudiar y trabajar con el tema de la felicidad en las empresas, desmonta el dilema entre utopía y realidad al plantearla como una actitud de vida y como un elemento que motive la búsqueda constante.
‘Ser’ feliz es mucho más que ‘estar’ feliz
“La felicidad debe ser un estado de principios y no un estado de ánimo”, afirma Gasalla. Solo así se puede hablar de una persona feliz a pesar de las desgracias y tristezas propias de la vida, que siempre puede ofrecer la muerte de un ser querido, una ruptura amorosa, una enfermedad propia de alguien cercano, el aparente fracaso profesional, una traición o una meta que se torna imposible.
Es decir la felicidad no debe depender de lo que ocurra, sino que debe ser una herramienta para enfrentar los acontecimientos de la mejor manera. “Una cosa es el estado de ánimo temporal y otra es la determinación interior de cómo ir por la vida”, explica el experto, convencido de que una actitud correcta hace parecer más fáciles los problemas. Por eso insiste en la necesidad de trabajar siempre la autoconfianza.
La felicidad está en el camino
Como lo han planteado desde filósofos griegos hasta intelectuales modernos, conviene tener claro que la felicidad no es una pequeña joya perdida en el suelo que se busca con fruición y miedo de no poder hallarla. No, la felicidad se genera durante el proceso de búsqueda de esa misma felicidad y cada persona sabrá bien qué camino tomar, explica el profesor Gasalla al recordar que somos seres inacabados y ese proceso de autoconstrucción y autoconocimiento necesita partir de la idea de querer ser felicites.
Será el primer factor para lograrlo y seguir manteniendo esa búsqueda de la felicidad. “Lo importante es la aspiración, el camino”, menciona el especialista antes de advertir que hay claves importantes de conocer y ejercitar.
Es necesario entender cómo se engarza el concepto de la libertad con la felicidad, como lo planteaban los filósofos griegos y como lo testimonian figuras de la talla de Nelson Mandela.
Igual que se trata de medir el índice de felicidad en los países, las combinaciones abundan para los entornos de empresas y se impone entenderlas para hallar la fórmula justa.