Por ejemplo el día de ayer | INCAE
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Por ejemplo el día de ayer

25 de Octubre 2012
Randall Trejos

Realmente uno no se imagina cómo es el día a día antes de iniciar el MBA, y cualquier inducción o historia de un antiguo estudiante es superficial. Lo que muchos llaman la Experiencia INCAE es algo que algunos estudiantes dirán no se puede explicar a menos que se viva, pero de todos modos vamos a intentarlo.

Redefiniendo “Tiempo Completo”

La idea de volver a estudiar inmediatamente conecta con la previa experiencia de la Universidad. Sin embargo dista mucho de esos años en que clases eran intercaladas por otras responsabilidades como el trabajo o, en el caso de quienes estudiábamos tiempo completo, por conversaciones en el café cercano o lectura ligera. La primera noción difícil de entender es el término tiempo completo. Lo primero que uno se pregunta es ¿por qué vive la gente aquí? Es comprensible para los extranjeros, pero ¿por qué aquellos que viven en Costa Rica no se quedan simplemente viviendo en su casa y asisten a clases como lo hacían en la universidad? La respuesta está en el tiempo completo. Aquí, el término significa que el tiempo que no está ocupado por clases, está ocupado por lectura, y el que sobra por discusión grupal de los casos. El sistema de enseñanza, que algunos llaman inmersión, hace que el aprendizaje sea en su mayoría, ininterrumpido.

Todo el día estudiando? De verdad?

No cabe duda de que el ritmo de trabajo es exigente y las horas de lectura largas. Pero lo cierto es que rara vez tendrá uno una etapa de la vida donde esté completa y exclusivamente dedicado a aprender. Provisto que, como es de esperar, quienes terminan optando por un MBA tienen un interés marcado por los negocios, la carga de trabajo es una que se lleva sin muchas quejas. La poca disponibilidad de tiempo hace que inevitablemente se desarrollen habilidades para priorizar y manejar más efectivamente el recurso que en posiciones de toma de decisión es el más escaso y más valorado. El decano dirá que el grado de exigencia es tan sólo una mera reproducción, un ensayo si se quiere, de la presión que experimentará un gerente “allá afuera”.

En la “Vida Real”.

Para muchos, el allá afuera, no es un sitio lejano y desconocido al final de los dos años del programa. En clases se discutirá sobre lo que hacen los líderes de grandes empresas “en la vida real”, aunque lo cierto es que, como dijo un compañero de clase, no hay tal distinción entre aquí y allá, entre lo que se discute en clase y lo que se discutirá en una junta directiva en este mismo momento. El valor del método de caso con el cual se rigen las clases, es que rara vez la discusión se enfoca en detalles teóricos y cavilaciones académicas, sino que más bien, aborda el aspecto práctico del hacer negocios. Situaciones concretas, casos reales, y algunas veces, hasta una charla con el protagonista de alguno de ellos. Vida real? Es esta.

El resto del Tiempo

. Aún con todas las obligaciones, horas de lectura y análisis de casos, el resto del tiempo, aún cuando diferente para todos, es una parte fundamental del tiempo en Incae. En el resto del tiempo, por ejemplo, es cuando uno se da cuenta de que en Perú le dicen “pata” a lo que en Costa Rica le dicen “mae”.  O cuando los guatemaltecos heredan a sus sucesores chapines la receta, secreta por ya muchas generaciones, de La Venganza Maya (un coctel que dicen muchos tiene el poder de causar amnesia). También en esos espacios es cuando algunos ticos llevarán a sus amigos latinoamericanos a conocer lo que todo extranjero debe conocer cuando en tierras lejanas, y es cuando se forjarán amistades que quizá duren muchos años. Quien sabe y tal vez es en ese resto del tiempo cuando se conciba el próxima empresa exitosa de la región.

Lo cierto es que hay mucho que uno no se imagina cuando contempla la posibilidad de invertir poco menos de dos años de su vida en un programa de maestría en negocios, y aunque nadie tiene nada asegurado, es muy probable que la experiencia, en sí misma, termine valiendo el boleto.

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