Publicación

La respuesta cerebral al mundo “vuca”

06 de Julio 2018
Executive Education INCAE

Ya no es nuevo describir al mundo actual de los negocios como volátil, incierto, complejo y ambiguo. El mundo “VUCA”, por siglas en inglés, está instalado en la cabeza de todos los líderes debidamente informados y conectados con la actualidad. Ahora la pregunta es ¿qué hacer ante este escenario para no morir de estrés?

La Doctora Camelia Ilie, decana de Educación Ejecutiva en INCAE Business School, tiene algunas respuestas. De la mano de la neurociencia, la experimentada investigadora, profesora y consultora hace un boceto de las maneras de lograr una adaptación sabia ante los cambios y de aprovechar sus energías ajenas en beneficio propio, como algunas artes marciales. 

Casi todo pasa, por supuesto, por nuestro cerebro como el órgano conductor hacia la solución de los problemas.

Ante la falta de control sobre el contexto e incluso sobre los océanos de información que no sabemos si es cierta o falsa, corresponde adaptarse y prepararse. 

“Tenemos que aprender a vivir y desarrollar competencias y destrezas”, advierte la profesora Ilie en su webinar titulado “Liderazgo y cambio: aprendizajes desde la neurociencia”.

Ante la volatilidad, lo aconsejable es tener una visión estratégica, pero con resiliencia, que es básicamente la capacidad de un organismo de adaptarse a situaciones adversas.

“La rigidez es un gran enemigo”, señala la experta, que recomienda apostar por un sistema de valores que sirvan de base y se mezclen con la habilidad de la reinvención.

Ante lo incierto, el mejor camino es fortalecer la disposición a asumir riesgos; de por sí, ya no tiene sentido esperar que el terreno esté estable. Es hora de afinar la mentalidad emprendedora.

Esto se conecta con la mejor forma de enfrentar la ambigüedad: depurando las capacidades de tomar decisiones de manera ágil, pero sin perder de vista la excelencia.

Y ante la complejidad: el arsenal completo. Es decir, la gama de conocimientos más diversa posible, como si fuera una cuchilla suiza con respuesta para cualquier necesidad. Ser especialista importa, pero importa tanto como dominar también otros campos.

Esto se dice fácil, pero antes hay que ser consciente de que todo está en la mente, a veces de manera consciente y otras veces sin que nos percatemos, como las creencias, los valores o los miedos. Las cosas comienzan a andar bien cuando tenemos conciencia del mayor espectro de nuestros pensamientos y logramos reconducirlos. 

“Las decisiones del futuro están determinadas por los procesos del pasado y nuestras memorias. Hay que tratar de hacerlas conscientes. Esto determina mucho el comportamiento humano”, añade la profesora Ilie.

Esto claradamente requiere de un cerebro fuerte y ágil, lo que nos obliga a forzarlo con frecuencia con retos distintos, salidos del sendero de la rutina y de los aspectos que ya hacemos casi en automático. “Salirse de la zona de confort” es una frase manida, pero necesaria para lograr desarrollar una mente intuitiva y creativa, como la de los niños. 

Podemos empezar por ejercitar la capacidad de concentración y reducir la afición por el “multitasking” para elevar la calidad de los pensamientos, por dormir al menos siete horas y alimentarse de manera inteligente, por ejercitar el cuerpo para tener una mente sana y por consentir nuestro lado social; las buenas relaciones humanas (no necesariamente las redes sociales modernas) nos enriquecen y mantienen nuestro cerebro fresco, ágil y atrevido. Como el de un bebé bien estimulado, podríamos decir.

Se trata de saber combinar las emociones positivas y las negativas para convertirse en un líder resonante, con capacidad de aprender y de desaprender, porque el mundo cambia así de rápido y necesitamos que el saldo sea positivo para nosotros y nuestro equipo. “Más serotonina y menos cortisol en el liderazgo moderno”, recomienda la experta.

Suscríbase a nuestro blog