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Hasta pronto querida Elizabeth

17 de Diciembre 2019
susan.fernandez

Una compañera muy especial “se nos adelantó”, marcó con su sonrisa, amabilidad y amor por INCAE nuestra Institución y a todos los que en algún momento la tratamos, hablamos de Elizabeth Ramírez, ella ingresó el 1° de febrero de 2017, y bastaba con hablarle para notar su calidad humana. 

Ella laboró como Controller Executive Degree, en el área de ExEd y como jefa directa tuvo a Haydee Tejada, lastimosamente una enfermedad invasiva la tomó por sorpresa el mismo año en que comenzó a laborar en INCAE, pero su fe en Dios, fortaleza espiritual y gran alegría por la vida no la dejaron caer y se repuso a los meses. 

Sin embargo una metástasis le volvió a afectar su salud y por más esfuerzos médicos y el positivismo que mantuvo hasta sus último minutos, su cuerpo no resistió y no le permitió continuar con nosotros. El 21 de marzo de este año, las astas de Plaza Banderas del Campus Walter Kissling Gam estuvieron a la mitad y el luto en el ánimo de sus compañeros era más que evidente, una gran pérdida.

Lo que sí estamos seguros, es que quienes tuvimos el placer de conocerla en algún momento de sus 39 años de vida terrenales, sabemos que está en un lugar mejor, disfrutando sin dolor, sin preocupaciones, viendo desde el cielo los éxitos de su tan querida institución y, por supuesto, cuidando a todos sus seres queridos y rezando por ellos. 

No muere nunca el que no es olvidado, Elizabeth te recordaremos por siempre por tu carisma, sonrisa y coraje. 

Descansa en Paz, que el Señor te tenga en su gloria. 

Mensajes de cariño:

“La persona más noble que he conocido y su alegría nos va a hacer falta a todos siempre”, Haydee Tejada. 

“Valiente guerrera que nos dejó un gran legado: sonreír siempre sin importar las adversidades, servir al prójimo y vivir cada día como si fuera el último. Una mujer extraordinaria y sumamente espiritual.  Por siempre en nuestros corazones Eli”, Kimberly Rojas. 

“Para mí Elizabeth, fue una mujer digna de admirar, una guerrera de mucho temple y envidiable fortaleza.  No sólo demostraba su sincero cariño hacia sus semejantes, sino que tenía una sonrisa permanente y una palabra de aliento, salida desde su noble corazón, para quien la necesitara. Su fe en Dios era admirable e inquebrantable. Aún en los momentos más difíciles de su enfermedad, ella nunca se escuchó lamentarse, ni nunca renegó por el amargo episodio que le tocó vivir, todo lo contrario, siempre estuvo atenta a colaborar con quienes necesitaban de su ayuda.  Por la gran persona que tuve el placer de conocer, puedo decir que no tengo duda que Eliza está gozando de una merecida paz celestial al lado de muchas otras almas buenas. Te extrañamos mucho Eli”, Adriana Orozco. 

“Eli permanecerá en mis recuerdos de manera alegre, cálida y siempre dispuesta a ayudar a los demás. Agradecida por su trabajo. Creyente en Dios, de fe inquebrantable, y luchadora hasta el último instante. ¡Te extrañamos, pero sé que nos sonríes desde el cielo!”, Francis Gómez.

“La recuerdo siempre sonriente, y contenta de venir a trabajar, con una fe en Dios muy fuerte, alegre al punto que daba mucha sorpresa verla tan contenta en todo momento, con frecuencia compartía en su muro de Facebook las noticias que en Comunicación se hacía sobre INCAE, siempre nuestras publicaciones en redes Institucionales tenían sus likes, ella considero realmente estaba enamorada de la Institución, súper agradable en toda conversación ojalá tomemos su ejemplo y nos enfoquemos siempre en lo bueno, como ella lo hacía”, Susan Fernández

“Alegre, amorosa, llena de luz de vida, pendiente de todos, llena de Dios. Verdadera amiga. Estuvo conmigo en las buenas y en las malas siempre sabía qué decirme para tranquilizarme y para poder ver las cosas de una manera distinta. Cuando olvidaba que era lo importante siempre me ayudaba a recordar lo bueno que ha sido Dios conmigo. Humilde y valiente, luchadora, esforzada. Recuerdo nuestras conversaciones en mi casa comiendo tortillas siempre sonriente y siempre tenía consejos para mí. Dispuesta a ayudar a quien lo necesitará. Activa y eléctrica; muy apasionada por Dios. Dios siempre fue su centro. ¡Un ejemplo a seguir!”, María José Salazar.  

“Si tuviera que describir a Elizabeth en una sola palabra diría que fue una mujer simplemente extraordinaria. En muchos aspectos de su vida ella destacaba, principalmente por su gran optimismo y por su gran voluntad y bondad para ayudar a las demás personas. Para los que la conocimos sabemos que era un verdadero placer hablar con ella y escuchar sus historias y consejos y verla sonreír sin importar sus dificultades era admirable. Nunca perdió su espíritu y sus ganas de salir adelante, de verdad que por eso y más la considero extraordinaria”, Daniela Valerio.