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Te invitamos a conocer a los Comités COVID y su experiencia

04 de Mayo 2022
trinidad.alvarez

Durante los dos últimos años, un equipo multidisciplinario de compañeros de INCAE se mantuvo siempre en primera línea para enfrentar las contingencias que la crisis de la pandemia de COVID-19 representó, tanto para nuestros estudiantes como para nuestro personal, en los campus y en sus hogares.

Nos referimos a los “Comités COVID”, que además tuvieron que adecuarse a las circunstancias particulares de cada uno de los campus, por ejemplo, el Walter Kissling Gam se mantuvo activo con estudiantes y personal; y el Francisco de Sola, al no tener estudiantes, la relación fue principalmente con el personal. Los comités están conformados de la siguiente forma:

En este momento en que la pandemia va dando un respiro conversamos con este equipo para conocer su historia, que podemos considerar como un caso de éxito, en donde nos contaron cómo ha sido esta experiencia, aprendizajes, sus mayores temores, y la experiencia de trabajar juntos siendo la mayoría de diferentes áreas.

¿Cómo nació la idea?

La Dra. Maureen Salas cuenta que cuando empezaron los casos en el país en marzo 2020, el campus de Costa Rica estaba lleno de estudiantes, de programas residenciales y ejecutivos, y con todo el personal ( a quienes por esas fechas se envió a teletrabajo en su mayoría). Poco después un estudiante mostró síntomas, por lo que se le tuvo que aislar pues no existían aún las pruebas PCR, fue en ese momento en que se vio la necesidad de crear un comité, para definir cómo se iba a paliar lo que venía, por lo que la Dra. Salas junto a Felipe Córdoba (de Maestrías), Eduardo Montero (de Campus & Hospitality) y Jessie Torres (de Salud Ocupacional), tomaron la iniciativa de este proyecto.

Claudia Quintanilla nos cuenta que ella ingresó un poquito después, y que “le pareció excelente que el grupo fuera multidisciplinario, ya que así desde diferentes áreas podían aportar la mayor ayuda posible para el momento que estaban pasando. Si tenían muy claro que ninguno era experto en este tema, todo fue pasando y viviéndose en vivo, en primera fila, analizando qué estaba pasando en el mundo y cómo iba a afectar a INCAE, que era otro mini mundo, que incluía a estudiantes, Facultad, personal y visitantes”. 

El equipo recuerdan con mucho cariño a los grupos de estudiantes que estaban en campus en ese momento, pues fueron bastante colaboradores con las medidas tomadas e incluso en la ceremonia de graduación les agradecieron el esfuerzo. 

¿Qué pasó después?

El 2020 fue un año complicado, hubo que aprender sobre la marcha, aunque se tenía la ventaja de que en Costa Rica todavía no había habido mucho impacto de casos. Pero el 2021 fue el año más fuerte, al inicio todavía no había pruebas PCR ni vacunas, por lo que a los estudiantes nuevos se les tenía en cuarentena por 14 días después de su llegada en el hotel ejecutivo. Y hasta ese momento se había logrado contener el campus sin ningún caso entre los estudiantes.

Cuando se dio el repunte de casos en el campus, que podría considerarse la crisis más importante, ya se podían aplicar las pruebas PCR y por el aumento de casos, el Comité en pleno decidió quedarse permanentemente en el campus para poder atender los casos que iban saliendo,

Además, se logró un acuerdo con la Clínica Bíblica para la atención de los casos más urgentes, de forma inmediata y casi que VIP, lo que facilitó mucho la labor del Comité. También con las farmacias se logró coordinar el suministro de los medicamentos e implementos necesarios, para que no hicieran falta para la atención de los que se estaban enfermando.

Para este momento, se creó el protocolo para clases presenciales, que ahora ven como una experiencia simpática, pero que los llenó de mucho orgullo, pues aparte de contar con el aval del Ministerio de Salud, no tuvo muchas correcciones y sirvió de base para muchos otros. La Dra. Salas nos cuenta que el protocolo se les pidió tenerlo listo en menos de dos horas, ¡y lo lograron!, este fue el punto de partida para el desarrollo de otros protocolos que se fueron implementando conforme evolucionaba la pandemia.

El grupo considera que esta crisis les ayudó a ser más creativos, por ejemplo, con la información que se iba generando se creó un dashboard que se actualizaba casi en tiempo real con información de los casos, sobre el que iban tomando decisiones las altas autoridades de la institución.  Y también se generó un código QR ligado a un formulario, con el que se agilizaron las tomas de temperatura antes de entrar al campus.

Para Jessie, con todo y todo, fue una experiencia muy linda y con muchos aprendizajes, comenta que “en 2020 los miembros de los Comités empezaron como compañeros de trabajo, para 2021 eran amigos y ahora son como una familia. A ciegas pone su vida en sus manos.”

Claudia nos comenta que recibieron bastante apoyo de la institución, en donde incluso en algún momento se decía “lo que el Comité decida”, lo que los hacía sentir con una gran responsabilidad. Aparte de esto, los estudiantes también estaban lidiando con la presión, y en ciertos momentos estaban más estresados, lo que también implicaba lidiar con ese ambiente, de allí también salió otra lección: “la salud mental no se puede dejar de lado, y hay que ponerle especial atención”. La Dra. Salas nos cuenta que compraron paletas dulces (en Costa Rica se les dice “popis”) para premiar a los estudiantes cuando se les daba de alta.

Ya más adelante el equipo se fue vacunando, pero como seguían apareciendo casos en el campus, seguía el temor de estar tan expuestos, además ya se sentía el desgaste físico, pues eran 4 o 5 horas caminando por el campus envueltos en el traje protector, y largas jornadas de trabajo.

El equipo también agradece a toda la estructura institucional que les dio apoyo para mantener funcionando el campus y que los estudiantes, Facultad y personal, estuvieran los más cómodos y seguros posibles.


Campus Francisco de Sola

¿Y en Nicaragua?

La Dra. Medina nos cuenta que ella entró ya bastante avanzada la pandemia, durante la segunda ola en Nicaragua, sustituyendo a la Dra. Ibarra, quien estuvo a cargo antes que ella. Su trabajo fue principalmente atender al personal y sus familias, pues no había estudiantes en el campus. También nos cuenta que antes de ingresar a INCAE ya tenía experiencia atendiendo pacientes COVID, por lo que pudo aprovechar ese conocimiento cuando ingresó a nuestra institución

También fue difícil para ella pues hubo pacientes graves de COVID, aunado a la falta de tanques de oxígeno, de campos en los hospitales y de médicos que se tenía en ese momento en el país, además de que todavía no había acceso a las vacunas. Cuenta que incluso el personal terminó “haciendo hospitales en sus casas”, adaptando las habitaciones según las necesidades de cada enfermo, con cuidados las 24 horas, y llamando hasta 3 o 4 veces al día para monitorear la salud de los pacientes.

Por la situación en el país tuvo que aprender a trabajar con lo que había, hubo momentos muy tensos por la falta de algunos insumos, pero, al igual que menciona la Dra. Salas, estas circunstancias hicieron que los miembros del comité trabajaran como compañeros, pues todos se apoyaban entre sí. Considera que fue una experiencia aunque distinta a la del campus Costa Rica, tenían puntos en común, principalmente en los aprendizajes.

Nos cuenta Marisella Blanco que ella además estuvo apoyando en la distribución de los estudiantes en las casitas en el campus de CR, y piensa que el hecho de tener que estar reacomodando positivos y negativos, también generaba angustia en los muchachos. También nos cuenta que incluso aplicó los protocolos en su casa, y aún a la fecha, sus hijos siguen teniendo cuidado. 


Caso de Éxito

Eduardo Montero menciona que para él este es un caso de éxito porque, no habían puestos, era un grupo de personas trabajando juntas por un bien común. También recibir el reconocimiento de los estudiantes, dice que cuando agradecieron a la comisión en su graduación,en ese momento fue que el equipo dimensionó que había personas muy agradecidas por el trato y cuidados que recibieron, incluso uno de ellos dijo “si no hubieran hecho lo que hicieron, podría haberme muerto”. 

Además indica que aunque ahora ya ha bajado la carga por varias razones, todavía no se ve un cierre, si no más bien un redireccionamiento. Pero el aprendizaje de trabajar en equipo con un objetivo común, donde había buena comunicación, donde nadie imponía criterio, es lo más importante

Eduardo agrega que “la amistad es el mejor regalo que un virus les pudo dejar, siguen trabajando juntos, pero se fortalecieron muchas relaciones de amistad y comunicación, ahora es más fácil trabajar en equipo”, al igual que Bersabé que indica que "fue afortunada que el equipo fuera compuesto de diferentes areas y que la experiencia y conocimientos fuera compartida".

La Dra. Medina mencionó que para ella todo esto es un caso de éxito por dos razones muy importantes: "que tuvimos una institución que nos apoyó en todo lo que se podía, y que nosotros igual que todo el mundo estábamos aprendiendo a manejar esta crisis y cómo lograr sacar adelante a los enfermos que teníamos a nuestro cuidado."

Para Bersabé el instituto fue clave en cada uno de los países, haciendo gestiones de difundir información y poner fondos disponibles para la proteccion del personal, familia y estudiantes, y además, piensa que para el equipo, el aprendizaje se dio a nivel de salud, manejo de emociones, gestiones administrativas, y gestiones extraoficiales.

Aunque la pandemia parece que va recediendo, no nos podemos confiar, todavía aparecen casos esporádicos que deben ser atendidos, pero en este momento tanto el personal, la Facultad y los estudiantes tienen sus esquemas de vacunación completos lo cual es de gran ayuda. Y con el regreso del personal al campus, el mensaje es que se sientan tranquilos, no hay que bajar la guardia, los protocolos están y está en cada uno cumplirlos.

Les agradecemos su sacrificio y entrega por lograr contener y manejar esta crisis en nuestros campus de manera tan exitosa.