Legitimidad frente al desarrollo sostenible | INCAE
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Legitimidad frente al desarrollo sostenible

19 de Noviembre 2015
mauren.esquivel@incae.edu (Mauren Esquivel)

Pese a los múltiples esfuerzos de las empresas por convertirse en buenos ciudadanos corporativos, escándalos recientes como el de la manipulación de los sistemas de medición de emisiones, promueven la mala reputación y baja legitimidad de ciertas industrias en torno al desarrollo sostenible.

Las consecuencias han sido inmediatas y no solo abarcan la empresa, sino toda la industria. Allanamientos policiales, multas, caídas en los precios de las acciones, pérdida de confianza del consumidor, dudas acerca del diésel como tecnología sostenible, entre otros, son algunos de los impactos súbitos del escándalo.

¿Qué hacer al respecto? Es imperativo trabajar por la legitimidad de los negocios como actores fundamentales del desarrollo sostenible. En palabras de Stephan Schmidheiny, una empresa no puede ser exitosa en una comunidad fracasada. Por ello, es importante cambiar el paradigma.

La productividad de las empresas depende de las condiciones de progreso social de los países y comunidades donde opera. Las necesidades sociales y ambientales se convierten en oportunidades de negocio para las empresas. Es un proceso que se retroalimenta y que aumenta simultáneamente la competitividad y el desarrollo sostenible.

Una herramienta que contribuye al cambio de paradigma es el Índice de Progreso Social, dirigido a nivel global por Michael Porter, de Harvard, y otros distinguidos académicos, así como el CLACDS del INCAE Business School en México, Centroamérica y Ecuador.

El IPS ha sido diseñado como una plataforma para generar acción, planear la inversión social de las empresas y coordinar estrategias que puedan tener impacto en la vida de las personas.

Esta plataforma de acción es la Red de Progreso Social, que tiene como función principal fomentar la coordinación entre Gobierno, sociedad, academia y empresas privadas para definir las mejores estrategias de acción, disminuir los costos de implementación de las intervenciones sociales y garantizar el impacto en la sociedad latinoamericana.

La Red de Progreso Social utiliza el modelo del IPS a nivel subnacional para promover un crecimiento económico inclusivo y consolidar un espacio de acción colaborativo con el fin de aumentar la productividad de los negocios, cumplir las metas de erradicar la pobreza, incrementar el bienestar y transformar vidas sin destruir el medio ambiente; es decir, terminar de cumplir las Metas del Milenio, y garantizar el cumplimiento de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

En Guatemala, ya existe un Instituto de Progreso Social, encargado de generar proyectos innovadores que aumenten el progreso social de los ciudadanos, y el crecimiento inclusivo de la economía.

“La productividad de las empresas depende de las condiciones de progreso social de los países donde opera”.

Víctor Umaña

Director Incae Business Schoo

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