La gerencia también afronta un ‘cambio climático’
Así como la Tierra registra un aumento de temperatura –subirá durante este siglo probablemente de 0,3 a 1,7 °C – las empresas experimentan cambios de gran envergadura que suben la temperatura a la hora de tomar decisiones. Estos han ocurrido en prácticamente todos los países de la región.
En el político, las leyes de acceso a la información pública están tomando vigor. Según el Foro Económico Mundial, en la última década el acceso a la información sobre los cambios en las políticas públicas y las regulaciones ha mejorado en 12 de los 18 países de América Latina.
Los cambios culturales también repercuten en la toma de decisiones. Por un lado, emergen nuevas generaciones apartadas del trato tradicional con el trabajo y las relaciones humanas (ejemplo, los millennials) y, por otro, se promueven estándares de conducta más rigurosos para los empresarios.
El campo donde más ha cambiado el clima empresarial se muestra en el explosivo crecimiento de las redes sociales, que hacen posible, y a velocidades sorprendentes, el intercambio de información, la comunicación y el uso de dispositivos para controlar mercancías, ciclos de riego, tiempos de servicio, etc.
Ya no solo los trabajos manuales o de poca destreza son reemplazados por la tecnología. Un estudio del Oxford Martin School, hecho en el 2013, concluye que un 47% de la fuerza laboral de cuello blanco, en los Estados Unidos, es automatizable hoy. El estudio de McKinsey del 2013 sobre tecnologías disruptivas al 2025 estima el impacto de la automatización del trabajo intelectual (inteligencia artificial), entre 3.400 y 4.400 millones de dólares anuales en Costa Rica. El futuro obligará a reentrenar la mano de obra para que se adapte.
En cuanto a ambiente, las gerencias se enfrentan a nuevos retos ecológicos, que significan un mayor compromiso con la naturaleza. La disminución de emisiones de dióxido de carbono acordada en París representa una oportunidad de mejora en cuando al uso de energías renovables y de tecnología para bajar la huella de carbono.
La posibilidad de independizarse del uso de electricidad que necesita la quema de combustibles fósiles (muy cara en Costa Rica para los industriales) mediante la utilización de energía solar y eólica supone un nuevo paradigma de trabajo y de reducción de costos si se sabe aprovechar.
La clave del éxito
Para Juan Carlos Barahona, profesor de gestión de la innovación y la tecnología en Incae Business School, el reto más importante es adquirir las competencias digitales para transformar radicalmente las estructuras de costos y las habilidades para servir a los consumidores.
Asociado a ello, desarrollar las competencias necesarias para un liderazgo corporativo que permita a los tomadores de decisiones transformar organizaciones en un entorno de creciente complejidad.
“Cada empresa es diferente”, dice, por su parte, el profesor de negociación Enrique Ogliastri. “No hay una generalización, debe pensarse en cada sector, en cada país. El empresario debe saber qué tiene, cuál es el contexto, para dónde va y cuáles son sus prioridades. El éxito está en hacer un análisis correcto de qué está ocurriendo y para dónde van las cosas”, agrega Ogliastri para quien el empresario debe saber qué va a hacer con los tres grandes recursos estratégicos: recursos físicos, gente y conocimiento. Este último incluye a qué le da prioridad...