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Latinoamérica necesita emprendedores

10 de Octubre 2016
Hermes Solano

 

Desde hace unos años la región latinoamericana ha estado viviendo un panorama difícil. El bajo crecimiento económico causado por la situación mundial y la caída de los precios de los commodities, junto con los problemas de transparencia en varios gobiernos, se han ido acrecentando con el tiempo y 2017 es aún más incierto.

La solución para muchos países ha sido por cambios tributarios para cualquiera de los dos lados, acuerdos con grandes conglomerados privados o alianzas multinacionales. Sin embargo, aunque muchas de estas medidas pueden ayudar a mejorar la situación, los estudios han mostrado que cada vez es más importante impulsar el emprendedurismo para lograr el desarrollo de las naciones.

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) indica que la vía hacia un crecimiento económico sostenible en la región es apoyar el desarrollo de empresas innovadoras y competitivas internacionalmente. Lo hemos visto con grandes game changers como Steve Jobs y Mark Zuckerberg, así como en empresas como Airbnb y Uber. Todos ellos han revitalizado las económicas con cambios importantes en los paradigmas de sus industrias. Pero cabe entonces preguntarse: ¿qué hace falta en América Latina para tener nuestros grandes emprendedores?

Parece que la clave recae en la educación. Según el GEM, cuatro de cada diez jóvenes latinoamericanos manifiestan ganas de emprender, pero no todos lo hacen. Está entonces en las escuelas de la región el reto de generar cada vez más hombres y mujeres que no salgan a buscar un buen puesto de trabajo, sino que se atrevan a crearlo y así generar un impacto positivo. Latinoamérica tiene gente con un gran potencial para la innovación, solo debemos saber cómo hacer que brillen y que de paso hagan brillar a la región.

Es necesario que los jóvenes aprendan las herramientas para reconocer oportunidades, plantear ideas innovadoras, hacer un buen plan de negocios y trabajar en equipo. Los que quieran ser emprendedores deben perderle el miedo al fracaso y aprender a reconocer cuando se viene una caída antes de que ocurra, algo que es igual o más importante que el saber tener éxito.

El emprendedor necesita la oportunidad de construir una potente red de contactos que lo ayude a impulsar su idea y que le permita expandirse a mercados que antes no pensaba posibles. El que quiere emprender debe además tener el liderazgo y la capacidad de comunicación, elementos claves para ganar aliados, saber negociar y obtener fondos.

Las nuevas tecnologías han generado fuertes cambios en las dinámicas y los paradigmas del mundo de los negocios. En ese sentido, las instituciones educativas de la región debemos seguir trabajando en adaptarnos a lo que los nuevos emprendedores necesitan en este nuevo escenario.

Debemos apoyar a los jóvenes con deseos de emprender a través de programas, centros de apoyo a emprendedores y cualquier mecanismo que sirva para ayudarlos a sacar adelante sus ideas, escalarlas para llegar a otros mercados o para incluso abordar mercados de la base de la pirámide.

Las instituciones educativas latinoamericanas deben preocuparse por enseñar las claves para emprender y, además, generar un ecosistema favorable al emprendimiento. Lo más importante es ayudar en el proceso, no simplemente enseñarles la teoría en una sala de clases, sino darle una mano, hacer que camine, y que, aunque se tropiece, se levante y siga caminando.

Si trabajamos por apoyar a los emprendedores con una mano guía, entonces podremos enfrentar mejor el futuro y lograr el progreso de toda Latinoamérica.


Artículo escrito por Enrique Bolaños, Rector de INCAE Business School, para la revista América Economía Perú.

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