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Las estrategias clásicas en la cadena de valor

13 de Octubre 2016
Hermes Solano

Tener un plan definido dentro de la organización representa un punto de inflexión a la hora de alcanzar los objetivos propuestos. La estrategia forma parte del diario quehacer de las compañías en su afán por impactar dentro del mercado y que eso los lleve a lograr rentabilidad y sostenibilidad a lo largo del tiempo.

Enrique Ogliastri, Director académico del programa ¿Cómo hacer un plan estratégico?, de INCAE Business School, explica tres estrategias clásicas utilizadas a lo largo del tiempo en las empresas.

Estrategia de especialización
Ocurre cuando una empresa destina la parte fundamental de sus recursos al desarrollo de una capacidad competitiva en los mismos productos o mercados con los cuales trabaja en ese momento. La ampliación puede hacerse en el alcance del mercado o en nuevos usos para el mismo producto.

La estrategia de especialización requiere una posición sólida de la empresa en términos de una gran eficiencia, un servicio extraordinario o inexpugnable, o de las dificultades que pueda enfrentar otra empresa para entrar a competir y desalojarla (las barreras de entrada del sector). En la especialización la empresa corre obviamente el riesgo de quedarse en un solo negocio, pero probablemente lo hace porque encuentra mejores posibilidades dentro del sector que en otras alternativas.

Estrategia de integración
Consiste en la inversión de recursos estratégicos para complementar los productos o capacidades existentes. La integración puede ser horizontal o vertical. En la integración horizontal la empresa completa sus líneas de productos con otros semejantes, como la editorial especializada en fascículos que decide abrir una nueva división para producir revistas.

En la integración vertical la empresa destina sus recursos estratégicos al desarrollo de nuevas empresas que producen las materias primas o los insumos (integración vertical hacia atrás) requeridos por la empresa en el momento; un ejemplo es la impresora que decide volverse editora. En la integración vertical hacia adelante la empresa invierte en nuevas actividades que la acercan más al consumidor, como la editora que abre un sistema de distribución por correo.

Estrategia de diversificación
Consiste en la inversión de los recursos estratégicos de la empresa en el desarrollo de nuevas actividades o empresas que no guardan relación con las actuales. Con frecuencia la estrategia de integración desemboca en una de diversificación, en la medida que las empresas empiezan a funcionar independientemente y a realizar operaciones en el mercado abierto. Una empresa diversifica para cubrirse en un punto débil o para aprovechar las fortalezas disponibles.

Extracto del libro: “Manual de Planificación estratégica. Siete modelos para hacer un plan estratégico”, escrito por el profesor Enrique Ogliastri, Director Académico del programa ¿Cómo hacer un plan estratégico?

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