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La banca electrónica toma fuerza en Costa Rica

19 de Octubre 2016
Hermes Solano

La nueva tecnología del chip EMV y contactless en las tarjetas de crédito y débito avanza con fuerza en Costa Rica después de la directriz emitida por el Banco Central de este país.

Desde el 1 de enero de 2016 los emisores del plástico debían iniciar la incorporación del chip y del dispositivo contactless en todas las tarjetas, tanto emitidas anteriormente, como las que soliciten nuevas.

Sin embargo, ya en 2015 el 95% de los emisores habían comenzado el plan de sustitución, según datos de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).  La “migración” a las nuevas tecnologías debe completarse a más tardar en 2018, de acuerdo con la proyección del BCCR.

Cada uno de los bancos, públicos y privados, han avanzado de acuerdo a su demanda y a las posibilidades que les han dado sus clientes. Cada uno de ellos lleva su agenda definida, teniendo claro que cumplirán los plazos que exigen la ley.

Según las estimaciones, en Costa Rica hay alrededor de 2,5, millones de tarjetas en circulación, tanto de crédito, como de débito.

El Banco Central informó que, a finales del 2017, los 2.500 cajeros automáticos del país deben estar preparados para la nueva tecnología y todas las tarjetas deberán incorporarla. “Tener un chip de tarjeta que es único y que maneja una codificación dinámica hace que sea prácticamente imposible clonar la tarjeta”, considera Edwin Céspedes, gerente de tarjetas de Davivienda, una de las instituciones financieras en proceso de migración.

Aunque los usuarios de tarjetas no están obligados a cambiar sus plásticos actuales de banda magnética por los de nuevas tecnologías, los bancos están incentivando una migración activa.

“Las tarjetas de crédito y débito con banda magnética seguirán funcionando sin ninguna restricción, no obstante, se invita a los clientes a solicitar la reposición de estos plásticos en cualquiera de las oficinas de negocio”, mencionó Lorena Blanco, del Banco Popular.

Las nuevas tecnologías en las tarjetas, como el chip, incorporan estándares de confidencialidad y protección que aumentan la seguridad de las transacciones presenciales, ya que permite validar que la tarjeta es auténtica y emitida por un banco.

Todo esto genera una mayor barrera contra el robo de información, el cual es más común a través de las bandas magnéticas.

Mientras tanto la tecnología contactless permite mejorar la experiencia de compra, pues ya no se necesita entregar la tarjeta al representante de un comercio, sino solo acercarla a una terminal.

Extracto del artículo: “La banca electrónica toma fuerza en Costa Rica”, publicado en el semanario costarricense El Financiero.

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