¿Cómo saber cuándo es el mejor momento para buscar inversionistas?
“No hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión”
Oscar WildeTodo emprendedor debe estar consciente que llegará el punto donde el negocio esté lo suficientemente maduro para llevarlo al siguiente nivel y sea tiempo de buscar inversionistas que lo puedan apoyar y ayuden a triunfar en el mercado. El éxito de cualquier emprendimiento puede depender en gran parte de cuándo y cómo se busquen inversionistas.
Un inversionista puede ser un amigo o familiar (angel investor), un banco, empresas de capital de riesgo e incluso la bolsa de valores. Todo dependerá del tamaño del negocio (Megias, 2012).
Es de suma importancia saber cómo vender la empresa, hay que tener la capacidad de transmitir el compromiso, pasión, esfuerzo y dedicación con la que cuenta el negocio. Esto dotará de seguridad al emprendimiento y llamará el interés de los inversionistas. Nadie querrá invertir en un negocio que representa mucho riesgo o en un proyecto que parezca más un hobby que un negocio.
Analistas financieros, gurús de los negocios y emprendedores exitosos afirman que se debe buscar financiamiento cuando en realidad el negocio no lo está necesitando con desesperación, es decir, no debe buscarse cuando los números empiezan a verse mal o cuando el negocio es apenas una hipótesis que no se ha podido comprobar (Steinberg, 2016).
Para obtener financiamiento lo mínimo con lo que debería contar una empresa es con un producto viable, un modelo de negocios sólido y responder a preguntas como: ¿qué necesidad/problema se identifica?, ¿cuál es la posible solución?, ¿quiénes son los clientes?, ¿cuál es la ventaja competitiva?, y quizá la más importante: ¿cómo se planea generar dinero?
Debe tenerse claro que nadie quiere invertir en un negocio que pierde dinero. De igual manera, lo que atrae a un inversionista es el crecimiento potencial, es decir las ganancias futuras del mismo.
La idea principal de buscar un inversionista es generar valor mutuo basado en criterios objetivos, no a que éste rescate a la empresa cuando esta se esté ahogando en deudas o que se aproveche y tome las riendas del negocio.
Como todo buen emprendedor es preciso contar con un plan estratégico de crecimiento y meta claras. Lo anterior se respalda mostrando números, crecimiento, metas, ventas, costos y demás aspectos cuantitativos que mantienen el negocio a flote. Es sumamente importante conocer todo el negocio a fondo, puesto que deben tenerse argumentos sólidos para responder a las posibles dudas del inversionista. El inversionista querrá saber con lujo de detalles en qué se invertirán sus fondos.
Entonces, una inversión debe buscarse cuando todo respecto al negocio ande bien, cuando pueda demostrarse de forma clara que el negocio da para más y que queda mucho por explotar.
Escrito por: Otto R. Castro Reynosa
Editado por: Natalia Rodríguez