El emprendimiento corporativo es el desarrollo e implementación de nuevas ideas de negocio en las organizaciones existentes. Incluye una serie de acciones que las empresas implementan para renovarse, innovar e implementar nuevos negocios, ya sea creando nuevas unidades estratégicas dentro de la organización o fuera de esta. Estas iniciativas emprendedoras dentro de una corporación implican el desarrollo de procesos que aseguren la efectiva y eficiente exploración y explotación de oportunidades.
Muy frecuentemente, las corporaciones cambian sus organizaciones estructurales – agregando, eliminando o reconfigurando sus unidades estratégicas de negocio – para alcanzar mayor eficiencia o para aprovechar nuevas oportunidades de negocio. La creación de nuevas unidades estratégicas de negocio es una práctica frecuente cuando las corporaciones buscan desarrollar una nueva idea de negocio prometedora. Con estos cambios organizacionales, la empresa procura desarrollar operaciones eficientes y la capacidad requerida por los nuevos productos o servicios que oferta al mercado.
Una unidad estratégica de negocios está constituidas por un grupo de individuos a cargo del desarrollo, introducción y la administración de un emprendimiento corporativo. Estas unidades son entidades independientes y completamente funcionales que tienen su propia visión y dirección, pero que reportan sobre sus operaciones directamente a su sede corporativa.
Diferentes investigaciones en el campo empresarial señalan que la creación de unidades de negocios tiene beneficios para las empresas con iniciativas de emprendimiento corporativo. La organización de una compañía diversificada en unidades de negocio que se enfocan en productos o mercados particulares, facilita el manejo de la información por parte de los ejecutivos a cargo. Sin embargo, para el desarrollo de una nueva unidad estratégica de negocios, las compañías siguen primero un proceso de validación que evalúa la viabilidad de la nueva idea emprendedora.
Esos procesos de validación por lo general requieren una serie de pasos. Entre estos pasos, hay algunos que son imprescindibles, de acuerdo a la literatura existente. El análisis del consumidor, el análisis de la competencia, los análisis de viabilidad financiera y los pronósticos de ventas son etapas de validación esenciales en el emprendimiento corporativo. Sin embargo, cabe resaltar que en las grandes empresas los directores y gerentes evalúan dos atributos críticos sobre cualquier otro atributo: (1) la alineación del proyecto con la estrategiacorporativa general y (2) el balance en el portafolio de proyectos en cuanto a qué tan original e innovativa es la nueva idea de negocios.
Conforme las startups han realizado procesos disruptivos en las industrias tradicionales y en algunos casos, incluso han desplazado a las grandes empresas, los procesos de validación seguidos por estas últimas han evolucionado. Estos nuevos procesos buscan proveer dinamismo y agilidad a las corporaciones en sus iniciativas emprendedoras. Métodos como Lean Startup han alcanzado gran aceptación entre los emprendedores corporativos como herramientas para convertirse en innovadores ágiles y activos.
Son pocas las nuevas iniciativas emprendedoras dentro de una organización que superan los procesos de validación corporativos y que pasan a una etapa de desarrollo. Algunos autores en la literatura mencionan que este porcentaje no supera el 10% de los nuevos proyectos. Algunos de esos mismos estudios han demostrado que la separación organizacional de los emprendimientos internos de la organización madre tiene un efecto positivo en el desempeño y sobrevivencia del emprendimiento. Otros, por el contrario, han encontrado desventajas en la separación, por lo que recomiendan que las nuevas iniciativas tenga la libertad necesaria para desarrollarse de manera ágil, pero que a su vez aprovechen algunos de los recursos y capacidades propios de la organización madre.
Finalmente, es importante hacer énfasis en que el emprendimiento corporativo exitoso requiere de procedimientos que ayuden a los directores a evaluar, seleccionar y priorizar las nuevas iniciativas emprendedoras en sus portafolios. Aquellas iniciativas que no cumplan con los criterios establecidos en estos procedimientos deben descartarse con el fin de reasignar los recursos a nuevos proyectos emprendedores dentro de la corporación.
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