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Redes de carne y hueso: un factor de certidumbre en el entorno incierto

22 de Noviembre 2019
INCAE Executive Education

Cuando se habla de “redes sociales” solemos pensar de manera directa en esas plataformas digitales en donde diariamente compartimos en medio de imparable flujo de información que no siempre debe importarnos.

Lo bueno es que ese concepto de “redes sociales” se corresponde con algo mucho más cercano, material y valioso para nuestro desarrollo profesional.

Son esos grupos de personas con los que mantenemos relación en nuestro ámbito personal, laboral o académico, y que nos ayudan a reducir el grado de inquietud del mundo ‘VUCA’ en que nos desenvolvemos (volátil, incierto, complejo, ambiguo).

Por supuesto que el ámbito digital es parte de esa relación con las redes, un flanco moderno del networking, pero hay mucha tarea que debemos hacer antes para aprovechar de manera sana a esas redes humanas de las que somos parte.

Es lo que advierte Patricia Cauqui, reconocida experta internacional en coaching y marca personal, desde su posición de profesora en INCAE Business School. Habla de la importancia de las redes ‘offline’ y el valor del “tú a tú” para crear y mantener vivas las redes de contactos bien entendidas, esos que en los países latinos proveen al menos el 70% de los empleos.

Esto vale para todas las personas en el mundo profesional, pero cobra relevancia para las mujeres, considerando la mayor exigencia de tiempo que les impone los hábitos sociales y, por tanto, la mayor dificultad de dedicar tiempo a cultivar ese “networking” y a visibilizar el buen trabajo que se desarrolla a diario.

La visibilización en los distintos espacios, existir en ellos, nutrirse y nutrir. Salirse del entorno rutinario inmediato. Asistir a eventos de nuestra área de especialización. Aceptar ir más allá de lo que conocemos. Conocer personas y mantenernos cerca de quienes nos generan un valor, sin que necesariamente sea un interés utilitario.

Aprovechar un desayuno breve, un café por la tarde o un almuerzo fuera de la oficina; una conferencia cercana, un juego de golf o de cualquier actividad lúdica donde las personas suelen comportarse con más naturalidad. Puede ser complicado sacar el tiempo entre lo laboral y lo familiar, sí, pero es necesario para poder mostrarse y expandirse.

Porque sería un error esperar la "justicia divina", advierte la profesora Cauqui. "Sólo en raras ocasiones alguien acude a usted porque es una mujer que hace muy bien su trabajo para promocionarla y estimularla a crecer. No, lo mejor es hacer ese trabajo por cuenta propia, visibilizarse y encauzar una imagen según los propósitos que tengamos", asegura.

Se trata de saber atender las redes en tres planos: el operativo (el equipo de trabajo diario y las contrapartes de cada día), el personal (no desatender el plano privado, que tiene un alto valor de apoyo) y el estratégico. "Este es el que más suelen descuidar las mujeres", señala Cauqui, en referencia a círculos de personas con buena información, bien conectadas, con posiciones claves y con potencial de generar oportunidades. “Estas son las que te mueven”, comenta antes de aconsejar buscar formas creativas de estar cerca de estas redes.

Solo después viene la otra parte: la online. “No hay vida digital sin vida real”, dice Cauqui, por lo que conviene tener bien depuradas una marca personal, la definición de los clientes y los objetivos, ojalá escritos y a la mano para acudir a ellos con frecuencia. Esto tiene métodos que se pueden perfeccionar de la mano de otras expertas. El resto es ser constantes y pacientes, que el terreno bien preparado dará sus frutos.

 

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