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De lo nacional a lo local, incluyendo a los gobiernos locales en la estrategia contra la pandemia

13 de Julio 2020
Mauren Esquivel

Durante esta crisis pandémica se ha podido constatar que los países más exitosos en el control del virus COVID-19 son los que han podido desarrollar sólidas estrategias nacionales usando datos y evidencia científica como en Uruguay y Alemania, pero también han tenido eficientes respuestas desde el nivel local como en Tokio o Seúl  , y disciplina en lo individual como la mostrada por los neo zelandeses.

Respecto a las intervenciones nacionales ya se ha escrito mucho; en general, la estrategia seguida por nuestros países ha consistido en “aplanar la curva”. Es decir, disminuir la velocidad de transmisión del COVID-19 para no saturar la capacidad de los sistemas de salud, a través de medidas de distanciamiento y aislamiento social, incluyendo cierre de fronteras, restricciones vehiculares y control de la libertad de movimiento de los ciudadanos.  Esta estrategia, cuando se implementa adecuadamente, ha mostrado tener un impacto en la disminución del número de contagiados; aunque ha significado también costos crecientes en lo económico y social, por lo que se debe considerar como una medida temporal.

En la medida en que se van levantando las restricciones, en lo que se denomina la “nueva normalidad”, el peso de lo local toma mayor relevancia, pues los gobiernos de las ciudades, de los municipios, son el nivel de gobierno más cercano a la gente, son el puente entre las respuestas del gobierno central y la comunidad; y el que tiene el mejor conocimiento sobre las dinámicas sociales y económicas locales para ayudar a guiar a las empresas y ciudadanía en esta convivencia ordenada con el virus.

En una crisis global como la que se está viviendo la colaboración y coordinación interinstitucional será clave, y en esa coordinación los gobiernos locales, aprovechando su cercanía y conocimiento de zonas de riesgo, poblaciones vulnerables, dinámicas comunitarias, incidencia de la economía informal, interacciones entre poblaciones, etc. El Banco Mundial menciona que son los gobiernos locales esa primera línea de defensa para prevenir la transmisión de la enfermedad, y para guiar la recuperación económica en la “nueva normalidad”.

En esta lógica, los gobiernos locales sirven para garantizar el funcionamiento y aprovisionamiento de bienes y servicios esenciales (agua, energía, seguridad); son fundamentales para replicar y comunicar eficientemente la información de las autoridades sanitarias entre sus comunidades; para guiar los apoyos a las poblaciones más vulnerables, y para generar nuevas capas de información que apoyen las estrategias nacionales.

Para la región, esta coordinación entre gobiernos locales y centrales es un reto, principalmente porque la manera en la que tradicionalmente funcionan los ministerios de los gobiernos centrales tiende a dificultar las políticas públicas integrales e interinstitucionales; y por otro lado, por la gran heterogeneidad en la calidad de la gestión pública de los gobiernos locales.


Sin embargo, ante el nivel de emergencia en el que se encuentra América Latina, y la profundidad de la crisis económica y social que se avecina, Naciones Unidas estima una contracción en América Latina del 9.1% del PIB, el Fondo Monetario Internacional una caída del 9.4% y el Banco Mundial del 7.2%, la mayor caída en un siglo; y en términos de empleo, la Organización Internacional del Trabajo estima una contracción en las horas de trabajo del 20%, equivalente a 55 millones de puestos de trabajo con una semana de 40 horas, la mayor en todo el mundo, repercutiendo en los ingresos y niveles de vida de millones de personas;  pues en la región, solo 1 de cada 5 trabajadores puede hacer teletrabajo.  Este panorama hace imperativo que se aceleren procesos, mejoren las comunicaciones, se innove en las intervenciones, y se aprenda de las experiencias internacionales.

Eso significa considerar a los gobiernos locales, como actores determinantes para facilitar las intervenciones necesarias en el espacio público, en el tejido social y en el funcionamiento económico de las comunidades. Por que durante esta crisis se ha visto que los lugares más afectados son los lugares con mayor hacinamiento en las viviendas, con poco acceso a servicios públicos, con limitados espacios abiertos, con presencia de asentamientos informales; donde los habitantes dependen más de la economía informal, y los medios de transporte son de peor calidad. Y por desgracia estas condiciones están todas muy presentes en la realidad local y urbana de la región, haciéndonos más vulnerables a la pandemia.

Hoy ya existen ejemplos de esfuerzos en diferentes países donde los gobiernos locales han generado iniciativas y proyectos para atender la crisis:

  • Quito, Ecuador donde se implementaron unidades móviles de comida y mercados de alimentos para las poblaciones más pobres que no pueden salir a trabajar a las calles.

  • Melbourne, Australia se crearon apoyos focalizados para los trabajadores del sector cultural e industrias creativas que se han visto severamente afectados por los cierres de museos o teatros.

  • El condado de Cobb en el estado de Georgia, en la zona metropolitana de Atlanta, realiza una estrategia  a través de “crowdmapping” o generación de mapas de forma colaborativa, junto con una alianza con las cámaras locales de comercio y turismo, facilitando la publicación de puestos de trabajo georeferenciados para ayudar a colocar a las personas que perdieron su trabajo por la pandemia.

  • La ciudad-estado de Singapur, usó también la tecnología de los mapas, pero para mostrar el nivel de ocupación de los parques de la ciudad, y facilitar el distanciamiento social.

  • Ciudad de México, que lanza la herramienta Llave Verificada, un mecanismo de autenticación digital para que los ciudadanos puedan realizar hasta 50 trámites digitales que se han simplificado, ahorrando tiempo y minimizando el contacto físico.

  • Los cantones de Desamparados y Alajuelita, en Costa Rica, que tienen operativos en las comunidades para que no se violen las medidas de distancia social en los asentamientos irregulares.

  • Buenos Aires, Argentina con el “operativo llamados” del Instituto de la Vivienda, con el que se le da seguimiento telefónico personalizado por grupo familiar en riesgo dentro de los barrio populares.

Las respuestas, acciones, herramientas y posibilidades son muchas para que los gobiernos locales puedan apoyar de forma más eficiente las estrategias contra la pandemia de los gobiernos centrales. Incluso la Organización Mundial de la Salud, sugiere un modelo multisectorial, donde los gobiernos locales puedan ser ese puente entre gobierno y sociedad, promoviendo la coordinación y la coherencia de las estrategias contra la pandemia con un enfoque territorial e incluyente, facilitando la entrega en la “última milla” y comunicando directamente con el ciudadano. La evidencia muestra que, si la región quiere salir adelante en esta pandemia, tanto en lo económico como en lo sanitario, se tendrá que trabajar en aplanar las curvas de contagio y desempleo con una perspectiva local.