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Ensayo Ganador del Premio J.J Vallarino 2020-II

07 de Diciembre 2020
Andrea Manzanares

Ensayo ganador del Premio JJ Vallarino, por Matías Guillén (MBA Global 2020)

“Yo llevaré el anillo… sin embargo, no conozco la ruta”

-JRR Tolkien

Y así, como Frodo, nos embarcamos en una aventura que, a pesar de haber escuchado todo tipo de historias, desconocíamos lo que realmente nos esperaba.

Desde que tengo memoria he escuchado del INCAE como un lugar de cambio e impacto. Comenzando con mi papá contándome historias de cuando sacó su maestría en INCAE y de cómo esto lo cambió a él, pasando por testimonios de como incaistas han liderado empresas hacia el éxito, hasta escuchar en los noticieros el impacto positivo que ha tenido INCAE apoyando con profesionales del más alto nivel a los gobiernos en materia económica y social durante las múltiples crisis que ha vivido nuestra región. Claro está, razones me sobraron para escoger INCAE sobre otras universidades, pero la decisión final de entrar fue la ilusión de hacer a mi país un mejor lugar para todas aquellas personas que teniendo todas las capacidades, no logran sobresalir por falta de oportunidades.

Confucio dijo que la educación genera confianza, esta confianza genera esperanza y esto genera paz; es por esto, que veo a INCAE como un medio ideal para que la región latinoamericana alcance su máximo potencial y deje atrás los constantes conflictos violentos. INCAE tiene y seguirá teniendo la responsabilidad de formar profesionales altamente capacitados técnicamente, pero, además, conscientes de lo privilegiados que son por sentarse en las aulas de esta escuela y del deber que tienen de ser agentes de cambio. Si bien INCAE no puede llegar a todas las personas, sus estudiantes si, y en nosotros está la responsabilidad de utilizar las armas que INCAE nos dio como: economía, finanzas, sostenibilidad, operaciones y más, para que la educación llegue hasta el rincón más lejano de nuestra región y que así, vivamos en un lugar más justo y próspero. Además, tal y como paso con la crisis actual de la COVID, INCAE siempre ha estado para apoyar desinteresadamente a los gobiernos con profesores, investigadores y conocimiento, y esto debe mantenerse, ya que esto es invaluable para un país como los nuestros, cuyas economías claman por apoyo de este tipo.

A nivel personal, INCAE me ha dado muchísimas cosas que son invaluables y cada una de estas me ha cambiado como persona. Experiencias como la oportunidad de conocer personas de todas partes de Latinoamérica que se convirtieron en familia, entablar relaciones con profesores que se convierten en tutores de vida, recibir conocimientos actualizados de profesores con estudios en las escuelas más renombradas del mundo y más. Pero, sin duda, el mayor aprendizaje que me llevo y me cambió la vida luego de 15 meses es que no estamos solos, sino que contamos con muchas personas para salir adelante y crear valor compartido. Salgo de INCAE como una mejor persona que cuando entré, con más convicción, más conocimientos, y con una mayor vocación por hacer crecer a mi país y región, y así explotar su potencial.

“Donde no falta voluntad, siempre hay un camino” 

–JRR Tolkien