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¿Qué hace el Club de Diversidad e Inclusión de INCAE?

13 de Julio 2022
Comunicación Institucional

Hace un año, en junio de 2021, la mesa directiva del Club de Diversidad e Inclusión reconocía el interés mostrado por INCAE hacia la gestación de esta agrupación, tan necesaria en los momentos actuales. Lo cierto es que este club fue recibido con los brazos abiertos por la Comunidad Incaísta.

Conversamos con Mónica Pinzón Acevedo, presidenta de la mesa directiva del Club de Diversidad e Inclusión de INCAE sobre la experiencia que han tenido desde entonces, la lucha por la inclusión en todos los órdenes y los planes que tienen a futuro.

“La experiencia ha sido muy agradable –confirma Mónica–, tomando en cuenta que como club tocamos temas socialmente muy sensibles. El contexto se presta para malinterpretar, e inclusive enojar a las personas. Tuvimos una experiencia un poco compleja porque se trataba de lenguaje ofensivo, no nos comunicamos adecuadamente y se dio un malentendido, que pudimos resolver rápidamente”. 

Mónica considera que “aún no se ha alcanzado en INCAE el momento para notar un aprovechamiento de la diversidad, la inclusión y la integración, aunque en ciertas clases sí hemos tenido la oportunidad de tocar el tema de personas con distintas orientaciones sexuales, géneros, y otras minorías. Creo que esto hace unos 10 años no hubiera sido posible”.

El tema de la equidad de género es complejo por parte de los estudiantes. Mónica comparte un dato: “En promedio, las mujeres representamos el 30% de las clases residenciales, y en las ejecutivas es aún más bajo. Esto hace que el proceso de eliminar los sesgos con los que crecemos sea aún más difícil. Pero poco a poco se da el cambio de mentalidad”.

Conformación de la mesa directiva

Idealmente, una agrupación de esta naturaleza debe garantizar que la diversidad esté ampliamente representada: hombres, mujeres, de diferente identidad de género, de diversos orígenes étnicos y nacionalidades. ¿Cómo está conformada la mesa directiva actual?

Mónica responde: “Cambiamos la manera de escoger a las personas que están en la junta. Antes, ocurría que simplemente se hablaba con alguien y se negociaba su presencia en la junta, pero esta vez estamos dando completa libertad a las personas de postularse, conocerles y darles la bienvenida a la junta. Como mencioné anteriormente, la delicadeza del tema es definitivamente una barrera para que las personas formen parte del grupo, y aún más de la junta directiva”.

Mejor que antes, pero aún no es suficiente

“Siendo una mujer bisexual –narra–¬, definitivamente es muy duro no sentir la inclusión. Socialmente no se ha diseñado un ambiente en el que las personas como yo estemos cómodas, aunque definitivamente, poco a poco, ha ido cambiando. 

“Solo tengo 26 años y no siento la misma opresión que sintieron hace 50 años las personas de la comunidad LGBT+, pero sigo teniendo miedo de agarrarle la mano a la mujer con la que esté saliendo a altas horas de la noche. Creo que lo que más común enfrentamos es burla de gente cercana, como cuando dicen frases peyorativas. También ocurre que a las personas no las dejan estar en locales solo porque están con sus parejas. Y en el peor de los casos, se sufre agresión física".

“¿Estamos mejorando como región? Sí. ¿Es la mejora que necesitamos? No. Todxs merecemos vivir tranquilxs y segurxs, con derechos humanos, con una vida digna, amando a quien queramos, siendo quienes somos”, remata. 

Siguientes pasos y actividades

“El 13 de julio Accenture habló de la importancia de la diversidad y la equidad en el mundo corporativo. También –informa Mónica– tenemos planeada una charla de masculinidades positivas, que es solo para hombres, y donde podrán explorar a profundidad el tema y resolver sus dudas. 

"Planeamos también realizar una encuesta para recopilar información sobre la comodidad que sienten las personas diversas en el campus. Queremos analizar el ambiente del campus a fin de tomar las acciones necesarias para mejorar la situación. Esto, con el apoyo de nuestra madrina, la profesora Susan Clancy.  Y al final del año nos queda pasar el club a la siguiente generación”.

Con respecto a una meta ambiciosa que Mónica plantea para el Club está la de “fomentar conversaciones más profundas dentro de las clases, donde toquemos temas de diversidad e inclusión. Definitivamente es algo que intimida a la clase, pero es necesario para seguir siendo competentes en la región”.

Campaña realizada por el Club en el campus Walter Kissling Gam sobre concientización de microagresiones