Ileana Rojas: Una vida dedicada al servicio de los demás
Por: Juan José Cruz
Cuando se piensa en la gente que contribuye para que los alumnos reciban una educación de calidad, inmediatamente vienen a la mente profesores y directivos. Sin embargo, en una institución educativa hay muchas más personas cuya labor es indispensable para lograr que todo funcione de la mejor manera posible. Hoy conoceremos la historia de una de ellas.
Corría el año 1984 e Ileana Rojas ingresó a INCAE como Secretaria de Compras en el Campus de Costa Rica. En ese momento, ni siquiera pasaba por su mente la posibilidad de mantenerse durante tantos años en la Institución. Aunque su área ha enfrentado diversos cambios y gestiones, Ileana siempre se mantuvo fiel a su puesto y a las labores que se le encomendaban. Ahora que se acoge a su muy merecido retiro, le deseamos la mejor de las suertes en esta nueva etapa de su vida.

*Fotos suministradas por sus compañeros de INCAE
Desde sus primeros meses en la institución comenzó a generar recuerdos que en la actualidad siguen en su memoria. De mucho ayudó que INCAE fuera una organización pequeña en aquel entonces, los compañeros trabajaban con mucha más cercanía, se conocían entre todos y llegaron a formar una pequeña, pero funcional familia. Compartían labores como un verdadero equipo y eso generó vínculos importantes que facilitaron el trabajo.
“INCAE es una institución que marca la forma en que uno es y cómo se relaciona con los demás. Esa es una de las cosas que más me gusta”, menciona.
Cada uno de los 12 jefes que tuvo durante su paso por INCAE le dio algo que aprender. La constante capacitación fue fundamental para que pudiera crecer en sus diversos puestos y entregara lo mejor de sí misma en cada uno de ellos. El aprendizaje no se concentra solo a los alumnos y las aulas de clase.
Aunque muchas veces se puede hablar del servicio que otorgan los trabajadores de diversas organizaciones, en INCAE siempre ha existido ese espíritu de colaboración que tiene a la Institución en el lugar que ocupa. Todos forman parte de un equipo que busca dar lo mejor a sus usuarios, pero también a sus compañeros.

*Fotos suministradas por sus compañeros de INCAE
“No importaba qué puesto tuviera en la organización; si iba caminando y veía una basura en el pasillo, era mi responsabilidad recogerla. No es decir ‘ah, para eso está la gente de limpieza’. Ya traía esa formación desde mi casa, pero el compromiso no era solo con mi puesto, era con INCAE”.
Y ese compromiso también llegó a los estudiantes. Ileana menciona que, con la expansión de INCAE a lo largo de los años, surgieron necesidades que debían ser satisfechas, entre ellas la estancia de los Incaístas en los campus. Mientras que la parte académica se encargaba de cumplir con las expectativas intelectuales de los alumnos, el área de Ileana, entre otras, era indispensable para cubrir las expectativas sobre la calidad de vida de los estudiantes.

*Fotos suministradas por sus compañeros de INCAE
“Cuando los estudiantes querían llegar a su dormitorio a descansar, teníamos que asegurarnos de que esas camas estuvieran bien. Cuando nosotros compramos, somos parte de INCAE. Hay que hacer una selección adecuada de esa cama, por ejemplo, para asegurarnos de que el estudiante tenga el confort que aspira”.
Pero no solo los estudiantes tienen expectativas con respecto a INCAE; también los empleados tienen las suyas sobre la institución. Afortunadamente, Ileana asegura que las suyas fueron superadas, y con creces, a lo largo de casi cuatro décadas. Además de brindarle las herramientas para desarrollarse laboralmente, INCAE le dio a Ileana la posibilidad de superarse y continuar con su educación. Gracias a ello, Ileana puede presumir su título en Administración de Empresas, indispensable para manejar el destino de Compras durante muchos años.
Dicha oportunidad académica le dio la preparación suficiente para resolver diversos problemas, relacionarse con otras áreas y ampliar su forma de enfrentar situaciones variadas. Los retos fueron cada vez más grandes en el ámbito profesional, pero gracias al apoyo de INCAE, Ileana pudo superarlos. Las negociaciones se volvieron parte indispensable de su día a día, y todo le ayudó a construir una nueva visión de su mundo laboral.

Despedida de Ileana en el Campus Walter Kissling Gam, la acompañan en la foto Julio Corrales, nuevo Gerente de Proveeduría, Katty Vásquez y Esteban Murillo, compañeros del área de Proveeduría, y Erika Bernal, Directora de Administración y Finanzas
Tras 38 años de servicio a la institución, Ileana se despide de INCAE con la frente en alto. Y es que la vida se trata de ciclos que se abren y se cierran, algunos más largos que otros, pero todos con la misma importancia. Para Ileana, salir de INCAE representa la oportunidad para explorar una nueva faceta personal que la llena de alegría y esperanza.
“Quiero estar más con mi familia. Y también reconectarme con esa parte social, volver a mi esencia, a mi sensibilidad. Algo más natural. Por el trabajo y otras presiones vas perdiendo ese lado, te vuelves ‘muy izquierdo’ y dejas de ser derecho. Te domina más la parte de hacer y construir, que la parte de apoyar y escuchar. Me quiero dar esa pausa en mi vida”, agregó.
38 años de labor en INCAE se tradujeron en miles de experiencias, anécdotas, conocidos y recuerdos, pero también en un aprendizaje que no se va. Esa preocupación por el servicio llevó a Ileana a convertirse en la Jefa de Compras, el área que le dio la bienvenida cuando comenzó su historia en la institución. Ahora llega el momento de llevar ese servicio a otros sectores de la población, quizá aquellos que más lo necesitan. Afortunadamente, las ganas y el entusiasmo siempre han estado ahí, al igual que la pasión por lo que se hace.
Uno de los puntos culminantes de su paso por INCAE y que la llena de orgullo, es el haber podido entregar el título del MBA de INCAE a su hija Valeria durante su ceremonia de graduación, acto que por lo general está restringido a familiares directos de los graduandos que también son Incaístas.

Si algo nos enseña su paso por INCAE, es que existe mucha gente dedicada a darlo todo por su trabajo. Y son personas como ella las que representan una gran diferencia en nuestro paso por las organizaciones. Lo que comenzó con una familia pequeña, se convirtió en una vida dedicada a INCAE, pero también en una vida dedicada al servicio.