
La Iniciativa Regional de Ética y Transparencia es una oportunidad única para contribuir a mitigar los efectos negativos de la corrupción a través de una serie de actividades que tendrán una incidencia positiva a nivel individual, corporativo y nacional.
A corto plazo, esperamos que la Iniciativa genere conciencia sobre el impacto negativo de la corrupción en todos los niveles. Además, esperamos que la conversación sobre la corrupción se generalice, enfatizando tanto a las personas como a las empresas su responsabilidad de actuar y promover un comportamiento ético.
A largo plazo, esperamos un cambio significativo en el comportamiento hacia la corrupción, para que las empresas y los países tengan una mayor conciencia del costo de la corrupción y hagan esfuerzos para lograr un impacto positivo en las políticas públicas y un cambio en la cultura de la "normalización" de la corrupción.