Me he dado cuenta que mis mejores ideas las tengo mientras camino.
Camino con frecuencia. Estar rodeada de naturaleza, sentir el sol, el aire, ver y oír los pájaros, para mí tiene beneficios mentales adicionales a hacer ejercicio en un gimnasio.
Camino, cuando no encuentro una solución fácil a una situación compleja, dejo de pensar en ella mientras camino y normalmente, regreso con una perspectiva mejor y diferente.
Mientras camino me desconecto de todo, no hay teléfono, correo, mensajes de texto. Soy solo yo, de cara al viento, a la lluvia o al sol.