Luke Skywalker y Yoda, Harry Potter y el Profesor Dumbledore, Daniel de Karate Kid y Mr. Miyagi… todos necesitaron un mentor en algún momento. Sería arrogante pensar que nosotros nunca necesitaremos a nadie para alcanzar nuestros objetivos, pues siempre hay alguien en el camino que nos da la mano, nos guía o inspira.
La vida es suficientemente complicada como para no atrevernos a pedir apoyo en los momentos en los que más lo necesitamos. Tener la oportunidad de compartir nuestras aspiraciones y preocupaciones con una persona de experiencia nos ayuda a racionalizar nuestros miedos, moldear nuestras metas y establecer planes de acción.